La ONG Amap de la Casa de Luxemburgo pone todo su esfuerzo en mejorar la vida de los más chicos ante la desprotección extrema
Por Gonzalo Santamaría
El barrio Bella Vista tiene en su epicentro una ONG con 30 años de historia en el trabajo para mejorar calidad de vida de las personas brindando herramientas de educación, capacitación laboral, recreación, cultura y salud: la Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo «Casa de Luxemburgo» (Amap). Con esta premisa se inició el Gabinete Social que desde 2019 centró sus esfuerzos en la defensa de los derechos de los niños y niñas de la zona. «Se creó por la necesidad de brindar un abordaje acorde a las problemáticas que se presentaban y que muchas veces desbordaban a cada hogar», señaló Agustín Ciuffoli, psicólogo y coordinador del Gabinete Social de Amap Rosario, a CLG.
Si bien la ONG (que tiene alcance internacional) posee un comedor para 90 niños, un centro de capacitación en oficios y uno de alfabetización, una biblioteca popular, un club y un centro residencial que aloja a niños que fueron separados de sus familias por disposición de la Justicia, «había muchas situaciones que sobrepasaban a cada familia y por eso creamos este grupo interdisciplinario que está conformado por dos psicólogos, una trabajadora social y una abogada», contó Ciuffoli.
El Gabinete está dedicado a situaciones de violencia familiar, violencia de género, acompañamiento en trámites para conseguir beneficios sociales, incluir personas en actividades deportivas y culturales, abordar situaciones de salud mental y problemáticas socio-económicas y también brinda asesoramiento jurídico.
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En este contexto, Ciuffoli explicó que se «trabaja incluyendo la Educación Sexual Integral (ESI) con perspectiva de género», más allá de la bajada que ofrece el Ministerio de Educación en el jardín de infantes. «Nosotros también generamos capacitación y concientización para que se pueda prevenir, contener y alojar las situaciones de violencia que se viven en Rosario», deslizó y añadió: «También damos asesoramientos para evitar la revictimización de niños y niñas y buscamos la sanción penal cuando corresponda».
«Nosotros también acompañamos a las instituciones, a niños y niñas y familias, asesoramos ante las denuncias y vamos con ellos hasta los centros de denuncia territorial (CDT)», dijo Ciuffoli y explicó que las denuncias se deben volcar a los CDT antes que en las comisarías «porque acá hay un cuerpo de abogados y trabajadores sociales que están más preparados ante esa demanda».
La Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo «Casa de Luxemburgo» (Amap), contó Agustín, también articula acciones con el servicio local de la Municipalidad de Rosario, la Dirección Provincial de la Niñez o la nueva línea 102 que trabaja sobre situaciones de vulneración de derechos de niños y niñas. Sin embargo, Ciuffoli aclaró que «cada situación tiene su particularidad y eso necesita un abordaje especifico», y es allí donde interviene Ampa y la Casa de Luxemburgo con los más de 30 años de trabajo en Bella Vista.
El 19 y 20 de noviembre se conmemoraron, casi en forma unificada, dos días dedicados a la niñez. El primer día, el 19, fue el Día Mundial contra el Abuso Infantil y el segundo, el 20, el Día Universal del Niño. Con este pretexto, CLG y Agustín Ciuffoli ahondaron más en el tema.
«La situación de vulneración de derechos en los niños no cambió mucho y se profundizó por la pandemia porque muchas instituciones quedaron paralizadas y el acceso a tribunales fue difícil», relató el psicólogo y sentenció que en un país como Argentina donde el 50% de los niños y niñas están sumergidos en la pobreza se «está lejos de ver un cambio favorable».
De todas formas, destacó un «cambio positivo» en las leyes y las modificaciones del Código Civil, pero argumentó que «muchas veces los recursos no coinciden con la realidad y por eso aparece Amap y las otras ONGs para tapar esos baches».
El trabajo de Amap, en consecuencia, se da en articulación «constante» con la Provincia de Santa Fe, el Municipio de Rosario y el Concejo Deliberante de Rosario.
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«Los días aparecen unificados porque están íntimamente vinculados, es un momento de invitar a la población de que se empape y tenga una participación más activa en los derechos de los niños y niñas», contempló Ciuffoli y añadió que «todo delito sobre la infancia ya no son del ámbito privado, sino que el Estado tiene la obligación de intervenir y trabajar con las familias».
La única manera de revertir la situación que atraviesan los niños, para el coordinador del Gabinete Social, «es involucrarse, participar de manera más activa, volcarse a los espacios de participación política, denunciando y exigiendo que se cumplan los derechos».
Por último, rescató que «el hecho que haya leyes y gente trabajando por la validación de las mismas, lleva a una mayor participación, pero los diferentes estamentos del Estado tienen que participar porque sino se termina cayendo todo».
También llamó a la población a donar voluntariamente para que el trabajo de la Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo «Casa de Luxemburgo» (Amap) siga su curso en https://www.amaprosario.org/.