Por Diego Carballido
El Bajo Paraná es una zona alejada de la parte poblada de la localidad de Alvear. Allí, sobre la barranca del río, conviven aproximadamente unas 40 familias que generan su sustento de vida a partir de la pesca. Se trata de un barrio muy humilde que intentó mostrar su descontento a partir de protestas y piquetes con respecto a la marginación que sufrían. Este hecho, sucedido hace tres años, logró que la asociación Acción Colectiva se interesara por el caso.
«Nos involucramos a partir de un conflicto por problemas con la pesca, donde los lugareños mostraban su descontento haciendo piquetes», relató Luis Cardozo, director de Acción Colectiva, en diálogo con CLG. «Armamos un programa para acompañar a esta comunidad en temas de inclusión, donde veíamos que el Estado estaba ausente. Empezamos a realizar reuniones con la comuna de Alvear, con funcionarios provinciales y con empresas privadas de la zona», agregó.
Las gestiones comenzaron a dar resultados y el acercamiento entre las partes, promovido por Acción Colectiva, permitió que la voz de los lugareños fuera escuchada. «Nuestra propuesta fue diagramar un proyecto de desarrollo colectivo que reemplazara las acciones de asistencialismo que se venían realizando», explicó Cardozo y apuntó: “Se generó un fondo de préstamos entre unos 20 pescadores para poder comprar herramientas que generen procesos productivos. Porque hay momentos del año donde la pesca no ofrece mucho trabajo y evaluamos cómo complementar eso con otras instancias».
Las mesas de trabajo propiciadas por esta asociación cuentan con la participación de actores de la administración pública, pertenecientes a distintas dependencias del Estado, junto con grandes empresas privadas emplazadas en la zona para aunar esfuerzos y tratar de lograr mejoras para los vecinos del Bajo Paraná. «Generamos espacios de trabajo para tener agendas en común y evaluar las prioridades del barrio, a través de mesas vecinales, donde se definen las urgencias. De alguna manera, sostenemos la convivencia y en paralelo desarrollamos talleres de huerta y lectura para chicos», dijo el director de Acción Colectiva.
Mejoras a futuro
La huella del trabajo de esta asociación se materializó en una biblioteca que funciona en el barrio, desde donde se continúan diagramando acciones a realizar en un futuro cercano: «Presentamos un proyecto al Ministerio de Producción de la Provincia para mejorar la cadena de valor de la pesca. Porque muchos de los pescadores se desempeñan en la parte de extracción y venta directa, y el objetivo es que puedan ascender en la cadena productiva. Lograr que ellos puedan distribuir o almacenar el pescado en la cámara de frío y así obtener un mayor poder de negociación”, compartió Cardozo y, respecto a las condiciones de vida del Bajo Paraná, sostuvo que es un barrio que no tiene acceso a servicios públicos y donde las familias tienen que caminar cinco kilómetros para ir a la escuela. «El único espacio físico que había cuando llegamos era un dispensario donde sólo se atendía una vez por semana y pudimos ampliar esa atención. También logramos armar una biblioteca con luz eléctrica gracias a la gestión pública y privada, donde hace poco tiempo empezó a funcionar una primaria para adultos», continuó.
El equipo de Acción Colectiva está conformado por una comisión directiva de unas quince personas. A ellas se les suman colaboradores que participan de los diferentes proyectos. Al trabajo sobre el Bajo Paraná, Cardozo lo calificó como “el más territorial” de sus intervenciones, pero esta asociación tiene además otros proyectos en funcionamiento. «A la zona de Alvear estamos yendo tres veces por semana con parte de nuestro equipo, donde hay una psicóloga social que administra la relación con la gente y estoy yo como encargado de los temas productivos y de las problemáticas relacionadas con el río”, manifestó.
Por último, dejó la puerta abierta a quienes estén interesados en formar parte de esta asociación que con su trabajo le está cambiando la vida a los habitantes del Bajo Paraná en Alvear. «El objetivo es empoderar a los vecinos para que puedan comprender y acceder a sus derechos, pero no desde el conflicto con la metodología del piquete. Se intenta anticipar las problemáticas con mesas de trabajo para generar un marco donde ellos se pueden, con el tiempo, independizar», cerró.