El coronavirus también avanza sobre los pueblo indígenas de Brasil y a pesar del descuido del gobierno, la Justicia le ordenó al Ejecutivo protegerlos
El Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) de Brasil resolvió el miércoles por unanimidad mantener las medidas de protección contra la pandemia del coronavirus a los originarios brasileños, luego de la muerte de al menos 623 personas de los pueblos originarios.
La decisión de la corte es un duro golpe para el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que había vetado trechos de una ley para proteger a las poblaciones originarias, como por ejemplo no tener la obligación de ofrecer agua potable a las tribus que la requieran para mantener la higiene.
La corte siguió por unanimidad al instructor del caso, juez Luis Roberto Barroso, ante un pedido de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib).
Al menos 623 indígenas de 148 pueblos han muerto por Covid-19 y otros 21.646 fueron contaminados.
La corte otorga 60 días de plazo al gobierno para poner en marcha un plan de acción para realizar barreras sanitarias e impedir el tránsito en regiones de reservas indígenas.
Sobre todo porque los contagios se dieron, en algunas aldeas, como los yanomamis del extremo norte del país, con la invasión de las mafias artesanales de buscadores de piedras preciosas.
El Ministerio de Salud se defendió y dijo que atendió a más 750.000 indígenas enviando 800.000 insumos.
Según la Secretaria Especial de Salud Indígena (Sesai), desde que comenzó la pandemia se han registrado 16.840 casos de contagio entre los indígenas y 300 fallecidos. Por su parte, Apib contabiliza 21.646 infectados y 623 decesos.
Con 2.859.073 de personas contagiadas y 97.256 fallecidas, Brasil es el segundo país más afectado por la pandemia en el mundo, solo detrás de EE.UU.