Los tonos más agresivos nos hacen sentir más somnolientos, lo cual puede ser clave en el caso de personas que necesiten un alto nivel de atención en el trabajo
Los tonos más agresivos nos hacen sentir más somnolientos, lo cual puede ser clave en el caso de personas que necesiten un alto nivel de atención en el trabajo
La alarma suele ser el primer sonido que escuchamos cada día. Pero, más allá de su melodía, nos puede fastidiar las primeras horas de la jornada o mejorar nuestro rendimiento.
Así lo sugiere un estudio de la Universidad RMIT de Melbourne (Australia), que ha concluido que las alarmas de carácter más melódico, como una canción, podrían mejorar los niveles de alerta, mientras los tonos de alarma con sonidos repetitivos están relacionados con el aumento de los niveles de aturdimiento.
Según Stuart McFarlane, investigador del Real Instituto de Tecnología de Melbourne (Australia), los tonos más agresivos nos hacen sentir más somnolientos, lo cual puede ser clave en el caso de personas que necesiten un alto nivel de atención en el trabajo.
“Si no te despiertas de la forma adecuada, tu rendimiento puede verse perjudicado durante periodos de hasta cuatro horas, algo que se puede vincular con accidentes graves”, dijo McFarlane.
Según publicó la agencia Europa Press, los investigadores pusieron a prueba a 50 voluntarios, que participaron en un sondeo online para informar sobre el sonido que empleaban para despertarse y cuáles eran sus sensaciones al principio del día.
“Se podría asumir que una alarma de ‘beep beep’ mejoraría el estado de alerta, pero nuestros datos revelaron que las alarmas melódicas pueden ser más eficaces en la transición a un estado de vigilia. Esto fue inesperado. El sonido elegido puede ser realmente importante, teniendo en cuenta que la mayoría de la gente usa las alarmas para despertarse”, explica el líder del trabajo.
Este hallazgo, publicado en la revista científica ‘Plos One’, podría tener importantes implicaciones para cualquiera que necesite rendir al máximo poco después de despertarse, como los trabajadores por turnos o los socorristas.