Ocio

El sol y la importancia de cuidar nuestra piel


Por Gisela Gentile

En esta época estival las horas de exposición al sol son más elevadas que durante el resto del año. Por esto se deben tomar las medidas necesarias para prevenir futuras enfermedades.

Los seres vivos necesitamos día a día la energía incondicional del sol. Nuestros cuerpos están diseñados para recibir luz solar y de esta manera gracias a su aparición sabemos cuando estar en actividad y cuando debemos descansar y dormir.

El sol viaja hacia los planetas a través de rayos u ondas visibles e invisibles. Las ondas largas son inofensivas para las personas, pero las más cortas como la luz ultravioleta (UV) pueden causar problemas. Los rayos más largos de estas ondas UV que llegan a la superficie de la tierra se llaman rayos UVA y los más cortos se llaman rayos UVB. La sobre exposición a estos últimos puede causar quemaduras. Hay que tener en cuenta también que los rayos UVA pueden penetrar la piel más profundamente que los rayos UVB, pero, en todo caso, ambos pueden afectar la salud.

Es allí donde la conciencia de aquellos que se exponen al sol toma un papel preponderante. Esta época del año donde la mayoría sale de vacaciones, suelen ser momentos críticos donde se deben tomar las precauciones necesarias para que nuestro organismo no se vea afectado.

Con la Gente y EQC dialogaron con Valeria Pussetto, médica dermatóloga para conocer en profundidad que medidas debemos tomar para estar protegidos: “Desde nuestro lugar siempre tratamos de reforzar la colocación de protector solar durante todo el año, no solamente en vacaciones. Entendemos que en esta época la exposición al sol es más larga pero los cuidados debemos tenerlos siempre. Cuando aparecen los síntomas de envejecimiento o fotoenvegecimiento es por la exposición al sol de toda su vida no sólo con la eventual del verano”, sostuvo.

Dentro de los factores que predisponen la aparición de enfermedades asociadas a la exposición solar la doctora enfatizó, “la más relevante asociada a la misma es el cáncer de piel. El más grave es el Melanoma que se presenta de manera más violento y agresiva.  El mismo está asociado más allá de las condiciones orgánicas de cada persona, a las quemaduras solares. Uno de los factores de riesgo más importante son las camas solares, desde nuestro lugar prohibimos su uso por la nocividad de la misma. Otro muy relevante son las quemaduras adquiridas en la infancia, por eso la importancia de no exponer al sol a niños menores de dos años, y a partir de esa edad y hasta los ocho limitarla con el uso del protector solar. También entran en consideración los fototipos de piel, existen la clara y oscura. Las mismas están determinadas según la respuesta que tengan a la exposición solar. Si la piel se broncea rápidamente (piel oscura), o primero se pone roja y después toma color o directamente siempre se pone roja (piel clara)”.

“Los Epiteliomas, muchas veces son subestimados por la mayoría ya que en general se asocia el cáncer de piel con un lunar. Pero existen otros tumores que deben ser extirpados y de esta manera se curan, que tienen otras formas clínicas distintas, los mismos se presentan como eccemas o lesiones rosadas. En muchos casos también son un tipo de cáncer, pero menos virulentos. Cada vez lo podemos observar en personas más jóvenes probablemente por el uso de camas solares y porque el sol es cada vez más agresivo por cuestiones ambientales” agregó Pussetto.

En lo que respecta a la prevención aseveró; “se recomienda extender el uso de protector todo el año. Es importante comprender de qué hablamos cuando decimos factor de protector solar (FSP). El mismo prolonga el tiempo para quemarse, es decir si tenés un protector 20 deberías tardar 20 veces más para quemarte como sino tuvieras puesto el mismo. Con un FSP 30 es suficiente, no importa tanto la intensidad a partir de ese número sino la renovación del mismo cada dos horas ya que la traspiración, sumersión en el agua, la absorción de la piel hace que pierda su efectividad”.

“También es clave evitar la exposición al sol en los horarios más nocivos, el mismo comprende de 11 a 16 Hs, y considerar la colocación de diferentes productos en los lugares que comúnmente no son tenidos en cuenta. Estos pueden ser el cuero cabelludo, orejas, entre otros, ya que es allí donde en muchas oportunidades aparecen estos tipos canceres menos nocivos. Por esto recomendamos agregar al uso de protector solar, gorros, sombreros, remeras con protección UV entre otros”, mencionó la dermatóloga.

Para concluir la profesional destacó; “lo más importante es el control con el médico, ya que la detención temprana del melanoma es el principal factor que modifica la mortalidad. La lesión grande, que el paciente ve es la avanzada, en estos casos ya pasó bastante tiempo. Generalmente los dermatólogos utilizamos la dermatoscopia, que en términos amplios y básicos sería como una lupa sofisticada que detecta lesiones pigmentadas y no pigmentadas en búsqueda de aquellas que sean de riesgo. La medida que más impacto tiene es el control una vez año para visualizar como anteriormente explicaba lesiones incipientes”.