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Luz y Fuerza

El Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario recibió destacada distinción de la colectividad judía local


Fue en el marco del recordatorio que la Daia hizo por el 81 aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia

El Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario recibió una importante distinción de la colectividad judía de Rosario, en el marco del acto con el que la Daia recordó el 81 aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia, realizado en la sede de la Kehilá, ubicada en calle Paraguay al 1100.

El titular de esa entidad judía, Gabriel Dobkin, resaltó el trabajo mancomunado que realiza el gremio junto con esa institución, y especialmente puso de relieve el acto realizado por el sindicato rosarino en el predio recreativo de Luz y Fuerza, donde se erigió un recordatorio de los seis millones de asesinados durante el régimen nazi. Esa ceremonia se realizó oportunamente en la Plazoleta de la Memoria del Campo Recreativo de Luz y Fuerza.

Durante la ceremonia de recordación del Levantamiento del Gueto de Varsovia, Gabriel Dobkin hizo entrega al secretario general de Luz y Fuerza, Alberto Botto; al secretario gremial, Leonardo Passerini; y a la secretaria de Derechos Humanos, Gabriela Cericola, en medio de los aplausos de una numerosa concurrencia presente, de un diploma que expresa: “Un árbol ha sido plantado en los bosques del Keren Kayemet en Israel, en nombre del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, por su dedicación a la memoria de la Shoá”. Cabe remarcar que en los bosques mencionados de Israel, donde se recuerda a las víctimas del Holocausto, han sido plantados tres árboles en nombre del gremio rosarino y de sus dirigentes.

El secretario general de Luz y Fuerza de Rosario ha expresado, respecto de este reconocimiento, que “nosotros siempre estaremos presentes a la hora de defender los derechos de todo ser humano. La barbaridad, el tremendo genocidio cometido por el nazismo, es algo que la humanidad no puede olvidar jamás, como no se puede olvidar ninguna acción violenta que ponga en peligro la paz de los seres humanos. Con la colectividad judía de Rosario -dijo Botto- nos une un vínculo amistoso y fortalecido por el deseo de un mundo mejor. Esta distinción nos honra y nos da fuerzas para seguir adelante en nuestro propósito de solidaridad y hermandad para que todos podamos alcanzar una vida mejor”.