El delantero fue desafectado de la selección argentina y escribió un sentido posteo en su cuenta de Instagram
El rosarino Ángel Correa, futbolista de la selección argentina y Atlético de Madrid, tuvo que abandonar la concentración del equipo de Lionel Scaloni antes del partido con Estonia para realizarse estudios sobre su futura operación de corazón y dio detalles de su estado de salud.
«Me dieron ganas de escribir esta carta para contarles cómo estoy de salud y para agradecerles su preocupación», inició el delantero en una publicación extensa en su cuenta de Instagram.
«Me hace muy bien como persona que muchos me llamen y me pregunten cómo me siento, ya que recibo de ustedes fuerzas permanentemente y sin esas energías no podría crecer día a día en lo que amo que es simplemente jugar al fútbol», agregó.
Correa, que en el año 2014 fue intervenido en microcirugía cardíaca en Nueva York, volverá a pasar nuevamente por el quirófano para «corregir una cicatriz» que le quedó de aquella operación.
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«Quiero que sepan que este lunes me van a corregir una cicatriz que me quedó de una vieja intervención que tuve hace años en Estados Unidos. Yo apenas tenía 18 años y salí adelante con fe y con amor a la vida, porque de eso se trata, de nunca darse por vencido ni aun en las más feas, nunca bajar los brazos. ¡Seguir metiendo y pensando en positivo!», destacó el futbolista campeón de América con Argentina en 2021.
Además, sumó: «Les voy a contar algo, un enfermero que me cuidaba en ese hospital, sin conocerme y sin saber quién era, se me acercó a la cama y me dijo al oído que debía estar orgulloso de mis cicatrices porque me iban a servir de mapa para no perderme en la vida, y que cada cicatriz enseña algo, tanto las de la piel como las del corazón y de los sentimientos».
«Por todo esto, les quiero contar que si Dios quiere, en una semana estaré para jugar de nuevo y para seguir dando lo mejor de mi persona en cada lugar en donde me toque estar», se ilusionó el delantero surgido en San Lorenzo.
Por otra parte, por medio de sus publicaciones, el futbolista de 27 años destacó: «La vida nos enseña a cada momento que nada está asegurado». En ese sentido, reflexionó que cada instante «vale ser vivido, respirado, sonreír en las malas y llorar (de alegría) en las buenas».
Por último, el jugador del Atlético de Madrid le dio las gracias a la institución española, a la cual se dirigió como «familia», a sus compañeros en la Selección argentina y a los simpatizantes que se le brindan su cariño en todo momento.