El índice que mide el banco JP Morgan trepó este martes a los 2.508 puntos, mostrando una suba del 3,2%
El riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan tocó este martes un nuevo máximo en dos años y llegó a 2.508 puntos.
La suba del 3,2% se produjo en paralelo a la licitación para renovar vencimientos de deuda por unos $ 243.000 millones.
Los bonos argentinos retroceden más del 5% con fuertes señales de desconfianza de los inversores hacia la deuda soberana de la Argentina.
En simultáneo, la bolsa porteña se movía al alza gracias a renovadas compras sobre el segmento financiero, en un mercado especulativo con coberturas ante la alta inflación doméstica y el derrumbe en los bonos soberanos a mínimos históricos.
El índice S&P Merval ganaba un 2,5%, a 87.876,40 puntos, tras un avance del 3,8% del lunes y contra una pérdida del 6,6% en los cinco días anteriores.
Una reestructuración de la deuda pública en pesos, nuevas restricciones cambiarias y una mayor presión tributaria son las recetas que expertos creen que Argentina podría aplicar en el segundo semestre del año para evitar una debacle y cumplir las metas acordadas con el FMI.
Por otra parte, y tras la intervención del Banco Central y Anses, los títulos en pesos que ajustan por CER rebotaron hasta un 10,1% (TX24) luego de la fuerte liquidación se las últimas semanas.
Según estimaciones del mercado, el BCRA ya emitió casi 500.000 millones de pesos para sostener los precios de los bonos en pesos.
Las subas más relevantes las anotaron el Boncer 2024 (+10,1%); el Boncer 2023 (TC23 +3,6%); y el Boncer 2026 (+3,3%).
Divisas
Frente a la huida constante de divisas, en gran parte dada la importación energética, el BCRA debió tomar medidas de nuevas restricciones cambiarias y así logró sumar unos US$ 250 millones para sus flojas reservas.
«Es difícil estabilizar así. Las medidas del BCRA pueden ayudar marginalmente, pero también abren interrogantes sobre el futuro.
Eso además se refleja sobre respuestas en el corto plazo», dijo el economista y exsecretario de Finanzas, Daniel Marx.
En tanto, el economista y director de Anker Latinoamérica, Federico Furiase, sostuvo que el endurecimiento del cepo «era esperable» ante la tensión cambiaria, aunque advirtió que la medida traerá aparejada «una menor actividad» y «más inflación» por aumento del costo de reposición de las mercaderías.
Las dudas entre los inversores radican en lo poco probable de que Argentina pueda cumplir con las metas trimestrales recientemente acordadas ante el FMI al renegociar unos 44.000 millones de dólares, mediante la exigencia de acumular reservas, achicar el déficit fiscal y bajar la inflación, entre otros.
«El deterioro de los números fiscales, con un déficit de 0,25% del PBI en mayo, la dinámica monetaria expansiva y la falta de acumulación de divisas del Banco Central ponen en duda el cumplimiento de las metas con el FMI», dijeron desde Portfolio Personal Inversiones.
Desde Aurum Valores señalaron que esta «dinámica de emisión en continuado para sostener los precios de la deuda en pesos está generando un riesgo adicional en los mercados de bienes y de dólares libres. En efecto, la magnitud de la emisión es lo suficientemente significativa pudiendo ser potencialmente muy desestabilizante en un contexto de caída de la demanda de pesos».