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El relato del médico rosarino que salvó una vida durante un vuelo de repatriación


CLG dialogó con Yair Atum, quien atendió a un pasajero de 70 años en estado crítico con síntomas de coronavirus: "Su vida corrió peligro desde que se subió al avión"

Este jueves se conoció el caso de un argentino de 70 años que se descompuso en pleno vuelo de repatriación que viajaba desde Madrid tras, aparentemente, haber ocultado sus síntomas compatibles con coronavirus para poder retornar al país. El hombre tuvo que ser atendido mientras volaba por dos médicos que estaban en el avión, uno de los cuales es rosarino y dijo que la vida del hombre «corría» riesgo.

CLG pudo dialogar con Yair Atum, médico clínico, quien junto al cordobés Federico Riorda fue uno de los encargados de salvarle la vida a este pasajero a bordo de uno de los tantos vuelos de repatriación que parten desde España, uno de los países más afectados por el coronavirus.

Atum tiene 32 años, es coordinador de la guardia de adultos del Hospital Provincial y forma parte del staff del Sanatorio Rosendo García. Desde el 6 de marzo se encontraba de vacaciones en Filipinas, cuando los cierres de fronteras comenzaron a darse. Como pudo, emprendió el viaje de regreso: pasó por Tailandia y finalmente llegó a España, donde quedó varado. Gracias al programa de repatriación del gobierno nacional, pudo partir este martes desde Madrid en un vuelo de Aerolíneas Argentinas.

Sin embargo, al poco tiempo de haber despegado comenzó la situación con el pasajero de 70 años: «Subimos al avión el martes a las 19.10. Llevábamos dos horas de vuelo, estaban por dar la cena y yo me estaba preparando para dormir, cuando la azafata llama diciendo que había una urgencia«, relató. «El hombre estaba unas filas adelante mío. Me acerco a ver al pasajero y me encuentro con una persona en estado crítico«, agregó.

Yair Atum, médico rosarino de 32 años

El médico rosarino detalló que el pasajero tenía «una frecuencia respiratoria muy alta«, por lo que comenzó a analizarlo: «Tomé las primeras medidas y estudié los signos vitales. Le encontré un poco de agua en los pulmones, y cuando medí la saturación de oxígeno en sangre con el instrumento que me provee Aerolíneas, me encontré con una saturación de 72%, cuando lo normal es de 90% para arriba. Le dimos un diurético, corticoides y le pusimos oxígeno».

Luego de lograr estabilizar mínimamente al paciente, llegó el momento de decidir qué hacer con el vuelo: «Comenzó el dilema de si bajar el avión o no, lo más cercano era regresar a Madrid. Lo discutimos con el piloto y la familia y definimos cuál era la mejor opción. La familia no quería regresar, por lo que se les explicaron los riesgos. Decidimos seguir hasta Ezeiza. Con el médico Riorda y con el personal de Aerolíneas lo controlamos hasta llegar».

«El piloto se comunicó con médicos vía satelital y se activó el protocolo. Cuando llegamos una ambulancia estaba esperando al paciente, todos debidamente vestidos. Bajó el paciente primero, y luego se evaluaron a todos los pasajeros que estuvieron alrededor del afectado. A partir de allí empezó a bajar el resto del vuelo», detalló.

Al ser consultado sobre si la vida del pasajero corrió riesgo en algún momento, su respuesta fue contundente: «Totalmente, desde el primer momento». Y añadió: «Creo que estar en un avión en altura fue lo que precipitó su condición y sus síntomas, lo discutimos con el otro médico. Él ya venía mal de antes, su familia lo confirmó, y fue el avión lo que precipitó su estado«.

Según la información trascendida, el hombre de 70 años ya venía padeciendo síntomas, algo que Atum confirmó. Además, el médico rosarino transmitió lo que pudo ver de la situación que se vive en el país europeo: «Él ya tenía síntomas respiratorios y fiebre hace una semana, lo confirmó la familia que viajaba con él. Fue a una consulta en España, pero el país está en un cuadro muy serio. Es muy fuerte lo que digo, pero la verdad es que allá a los pacientes adultos casi no los están atendiendo. Le dijeron que vuelva a su casa y que tome paracetamol».

El profesional de la salud destacó que el resto de las personas del vuelo no se desesperaron: «Los pasajeros miraban preocupados, sobre todo los que estaban alrededor de él. De todas maneras ninguno se levantó, no se generó ninguna tensión, se portaron muy bien. Creo que muchos incluso no sabían lo que estaba pasando, quizás pensaban que se trataba de una descomposición y no lo asociaban con el covid-19″.

Sobre qué fue lo que sintió al poder mantener con vida al hombre de 70 años, respondió: «Es parte de nuestro trabajo. A veces uno reniega de su profesión, de la remuneración y otras cuestiones, pero cuando ves que lo que uno hace cambia el curso de la enfermedad y el paciente se pone mejor es gratificante, no hay paga para eso«.

Por otra parte, desde su posición como médico, opinó sobre las medidas que se están tomando en Argentina: «Creo que están muy bien. Cuando llegué a España ni siquiera me tomaron la temperatura, me la tomaron cuando me subí al avión de vuelta. Acá en Argentina nos midieron la temperatura cuando entré al aeropuerto, nos bajaron por grupos y nos hacían mantener estrictamente el metro y medio de distancia. Al venir de Buenos Aires a Rosario en un transporte privado nos bajaron a todos, nos tomaron la temperatura de nuevo y nos volvieron a tomar los datos. Creo que hay muchos controles y que están bien implementados. La cuestión es que esto no es sólo controles, es la población la que tiene que tomar conciencia de esto«.

Atum ya se encuentra en su hogar en Rosario cumpliendo con la cuarentena obligatoria y, al haber estado en contacto con un posible infectado, deberá cumplirla de forma estricta, a la espera de si surgen síntomas o no: «Ahora hay que cumplir el aislamiento estricto y, ante cualquier síntoma, avisar a las autoridades«.

Con respecto a la actitud del pasajero afectado, el rosarino evitó hacer una valoración moral, pero recordó la importancia de ser responsable: «Como médico uno no juzga lo que pasó, pero cuando uno esconde el síntoma se pone en riesgo a sí mismo y también a la gente que está alrededor, al personal que lo estaba atendiendo y a toda la tripulación. Ahora toda la tripulación de ese vuelo de Aerolíneas quedó excluida de los vuelos de repatriación».

«Uno tiene que tener conciencia. Si se sospecha, hay que aislarse. Hay que quedarse en la casa, no hay otra«, concluyó. Al estar atravesando momentos en los que nuestras actitudes como sociedad están a prueba, es vital destacar a los profesionales de la salud como Yair Atum, que se enfrenta cara a cara con esta pandemia, estén donde estén.