Luego de estar una semana detenido, el empresario Armando Loson, se convirtió en el quinto empresario arrepentido en la causa que investiga presuntas coimas en la obra pública. Es titular de la firma Albanesi, que maneja la usina Sorrento.
Según publicó La Nación, Loson se acogió a la figura que le permite atenuar potenciales sanciones a cambio de información. Lo hizo al declarar en Comodoro Py que fue extorsionado por los funcionarios kirchneristas para aportar dinero para las campañas electorales, como vienen haciendo sus compañeros de otras empresas.
Los pagos, según consta en la imputación del juez federal, se realizaban en un edificio ubicado en la avenida Leandro N. Alem 855, sede de la empresa Albanesi en el bajo porteño.
Oscar Centeno (exchofer de Roberto Baratta), y los empresarios Juan Carlos de Goycoechea (Isolux), Héctor Zabaleta (exdirectivo de Techint), Javier Sánchez Caballero y Ángelo Calcaterra (Iecsa), son los demás arrepentidos.
En los escritos de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, Loson figura como «Loxon» en más de una ocasión. Una de ellas data del 3 de julio de 2013, cuando Baratta condujo a su jefe, Roberto Baratta, y a su secretario, Nelson Lazarte, al edificio donde funcionan las oficinas porteñas de Albanesi.
Durante la década menemista Albanesi se hizo fuerte –según publicó La Nación– como comercializadora de gas, luego de participar de la construcción de redes de agua potable, gas natural y el tendido de gasoductos troncales. Con la llegada del kirchnerismo, Loson sumó a los servicios de la firma la generación de energía; llegó a comercializar cerca del 10 por ciento del gas natural que se consume en la Argentina.