CLG dialogó con Juan Carlos Bertoni, ingeniero en Recursos Hídricos y presidente del Instituto Nacional del Agua, quien detalló la compleja situación
Las imágenes no dejan dudas. Cualquiera que haya caminado por la costa del río Paraná en los últimos días puede notar la extrema bajante. Tan extrema que se encuentra casi al tope de la lista de las más críticas desde que se tienen registros. Este miércoles, el caudal en el puerto de Rosario se encuentra en 15 centímetros. En este marco, CLG dialogó con Juan Carlos Bertoni, ingeniero en Recursos Hídricos y presidente del Instituto Nacional del Agua.
Para comenzar, explicó: «Lo que estamos viviendo es una bajante absolutamente extraordinaria». «Si tomamos el puerto de Rosario como referencia, del cual tenemos datos desde el año 1884, verificamos que es la segunda más crítica de la historia», reveló.
Según indicó, la situación deriva de una «escasez de lluvia que comenzó a fines de 2019 y se mantuvo en el 2020 y lo que va del 2021». Por este motivo, el año pasado ya había habido «una bajante muy importante del Paraná, la sexta más crítica desde que hay registros». «Si consideramos el bienio 2020-2021, nos encontramos con la bajante más crítica desde 1884″, destacó.
Los datos que aportó Bertoni demuestran con claridad el complejo momento que atraviesa la cuenca del Paraná en territorio argentino. Pero la preocupación no termina ahí, ya que «se prevé, por los registros y las previsiones climatológicas, que podría extenderse hasta el período muy avanzado de la primavera, esto es hasta octubre».
Ante una situación tan límite, el ingeniero explicó cuáles son las consecuencias que trae y aseguró que afectan «tanto las actividades del hombre y como el ecosistema». «Entre las más significativas está el riesgo hídrico del abastecimiento de agua a las localidades ribereñas del río Paraná», indicó. Sobre lo que destacó: «Desde el ministerio de Obras Públicas -del cual depende el Instituto Nacional del Agua y la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica- estamos trabajando en conjunto con las siete provincias litoraleñas para que se vayan tomando progresivamente las acciones necesarias para evitar situaciones críticas en relación al abastecimiento de agua».
Pero, a su vez, señaló otros impactos importantes: «La reducción de la generación energética; las dificultades a la navegación por la reducción del calado para el pasaje de los barcos, no solo de la ruta ultramarina de Rosario al río de la Plata, sino de la barcacera a lo largo del Paraná y el Paraguay; o la fauna ictícola, ya que por la reducción de los niveles del río van quedando desconectados algunos riachos y lagunas». Y no quiso dejar de agregar otra grave consecuencia que se da «por el inadecuado comportamiento de la gente, como ya se ha visto el año pasado, el recrudecimiento de los incendios en las islas».
Bertoni enfatizó que en un momento como este, «se deben realizar acciones a todo nivel». «Desde cada uno de nosotros en sus casas haciendo un cuidado más prudente del agua, como desde la provincia hacia los operadores y así ,ir escalando». Entonces, comentó: «Desde el gobierno nacional, el embajador argentino en Brasil ya ha tenido reuniones con el ministro de Energía de Brasil para tratar el tema de la bajante». «Por otro lado, nosotros desde el Ministerio de Obras Públicas y el Instituto Nacional del Agua estamos en contacto permanente con Brasil para lograr una gestión adecuada del río, que es internacional. Pero tenemos que hacer también nuestra parte, que es un cuidado organizado y planificado», cerró.