Logró dictamen de mayoría y será aprobado este jueves en Diputados. Se trata de una iniciativa que se construyó a partir de la cooperación entre el oficialismo y la oposición.
El proyecto de ley para regular e incentivar la donación de plasma sanguíneo dio un paso decisivo al lograr dictamen de mayoría favorable en comisión, y quedó listo para que este jueves sea incorporado a la sesión ordinaria especial mixta en la Cámara de Diputados.
Se trata de una iniciativa que ingresó sorpresivamente el miércoles a la Cámara baja con la firma de Máximo Kirchner a la cabeza, pero que se construyó a partir de la cooperación entre el oficialismo y la oposición.
De hecho, la iniciativa también lleva la firma del presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, que se suma a las de la dupla conformada por el presidente y vice de la comisión de Acción Social y Salud Pública, Pablo Yedlin (Frente de Todos) y Carmen Polledo (PRO), los que más trabajaron en la articulación de los consensos para sintetizar en un solo dictamen las siete propuestas que había en la materia.
El proyecto crea una serie de incentivos para alentar la donación voluntaria, como el otorgamiento de dos días de licencia laboral para empleados en relación de dependencia, así como facilidades de transporte hasta el centro de salud y el reconocimiento oficial como «ciudadanos solidarios destacados de la República Argentina».
Para validar los dos días de licencia, los donantes deben «acreditar tal circunstancia ante el/la empleador/a mediante la presentación del certificado expedido por el centro de salud interviniente».
«Se hace imprescindible que sea la sociedad en su conjunto que ponga en valor la donación de quienes luego de haber pasado por una situación angustiante, cooperan para mejorar la calidad de vida de los demás», destaca el texto legislativo en sus fundamentos.
Al introducir el debate, Yedlin reconoció que todavía «no se sabe a ciencia cierta» cuál el la efectividad de este tipo de tratamiento.
Sin embargo, aseguró que es necesario «promocionar» este «gesto solidario» ya que en el actual contexto la donación voluntaria de plasma «es muy poquita».
«En estos últimos meses, por la dificultad de traslado de los donantes y miedo de concurrir a centros hospitalarios ha generado un déficit importantísimo», justificó el tucumano.
Por su parte, Polledo destacó que el proyecto busca «concientizar, invitar, informar y formar a la ciudadanía, especialmente aquellos que se hayan recuperado para poder ser donantes».
«En Argentina hay mas de 13.000 personas recuperadas de Covid, pero la cantidad de pacientes que donan es baja», lamentó.
La radical Josefina Mendoza se mostró optimista sobre la efectividad del tratamiento con plasma y valoró que el Estado nacional «invierta en esto porque no es la vacuna pero ha demostrado la capacidad de salvar vidas».
A su turno, el kirchnerista Nicolás Rodríguez Saá, quien trabajó en uno de los proyectos que fueron tenidos en cuenta para el dictamen, relató que en Malvinas Argentinas pudo ver con sus «propios ojos cómo una persona que estaba conectada a terapia intensiva, a los días de que le pusieran plasma de una paciente recuperada, le dieron el alta, al igual que Martín Insaurralde».