"Es una especie de terapia intermedia solo para pacientes con covid-19", explicó la directora, Teresita Ghio, a CLG
Mayor número de contagios, pacientes más jóvenes y muchos casos de gravedad son las características de la segunda ola que golpea fuerte en todo el país. El sistema de salud trabaja sin descanso para suplir las necesidades de los pacientes, pero se encuentra al límite. Es por esto, que en el hospital Provincial incorporaron seis camas con respiradores en la guardia como una especie de terapia intermedia. CLG dialogó con la directora, Teresita Ghio, sobre la situación que atraviesan.
En primera instancia, explicó: «Nosotros tenemos en funcionamiento 27 camas de terapia intensiva y teníamos previsto que se venía esta segunda ola y que podíamos ampliar un poco más, por eso esas seis camas que se están habilitando ahora». «Se iban a habilitar oficialmente el miércoles, pero dada la demanda del fin de semana hubo que ponerlas en juego antes porque los pacientes nos superaban», dijo, brindando una clara imagen de cómo trabajan cada día.
«Son seis camas con cuatro respiradores y dos para oxígeno común que están en la guardia», detalló. Y aclaró: «Eso se transforma ahora en una terapia intermedia, tiene todos los cuidados de una intensiva. Cuando se hace lugar en la terapia más grande, se pasa a los pacientes».
Ghio remarcó que «a la guardia llega todo tipo de pacientes», pero la incorporación de estas camas es «solo para pacientes con covid». En cuanto al fin de semana, que obligó a habilitarlas antes de lo previsto, señaló: «Hubo mucho paciente respiratorio el fin de semana, más una balacera en zona sur que es otra patología pero para la guardia es una demanda muy alta».
La médica se refirió también a las versiones del colapso sanitario: «No es colapso porque estamos pudiendo responder, pero yo hoy no tengo ninguna cama libre en ningún sector del hospital». «Dependemos de las altas que pueda haber en el día, que no son demasiadas porque la patología respiratoria que se está presentando lleva muchos días de internación, y de algún óbito, obviamente», indicó.
Sobre la posibilidad de seguir ampliando las camas, comentó: «Para cada respirador, necesitás un terapista, una enfermera entrenada, más allá del equipamiento. El recurso humano está limitando la ampliación en todos los lugares. Hay estrategias, pero necesitás un recurso humano calificado, y es eso lo que no se está consiguiendo».
«Además del agotamiento que tienen los médicos de todo un año, esta ola le está pegando a gente más joven entonces moralmente no es lo mismo», analizó. A lo que añadió: «Si bien cada muerte es dramática, cuando el paciente además es joven, pega de otra manera». «El promedio de pacientes es de 10 años menos, entre 45 y 50 años. No todos tienen comorbilidades que tenían el año pasado, y demoran mucho más tiempo para recuperarse», continuó.
Por último, destacó: «Nosotros vemos una gran irresponsabilidad social. La gente no toma conciencia». «Hoy que es un día de sol, vas a ir por los parques y vas a ver gente que se agrupa. Las cosas pasan dentro del hospital y fuera no tenemos acompañamiento social», enfatizó. Y cerró: «Aún con todos los esfuerzos y estrategias, si la sociedad no acompaña, va a llegar un momento en el que no va a haber respiradores o lugares para recibir oxígeno para todos».