Opinión

Por Sebastián Pérez

El primer «Paso» santafesino


Por Sebastián Pérez (*), especial para Con La Gente

El 28 de abril santafesinos y santafesinas acudirán a las elecciones provinciales Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) para definir cuáles de los precandidatos a gobernador, diputado provincial, intendente, senador departamental, concejales y miembros de comunas pasarán a la contienda final en las elecciones generales del 16 de junio.

Algunos aspectos históricos y coyunturales para el análisis del escenario electoral santafesino

El contexto histórico exige una serie de aclaraciones para describir este presente. Por un lado, la elección encuentra despontencializado al amplio campo de fuerzas de izquierdas. Esto se vio en la imposibilidad de alcanzar acuerdos formales entre los sectores de Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) y el partido local de Ciudad Futura, por un lado, y Rubén Giustiniani y Celeste Lepratti (Igualdad y Participación), por el otro. Este parecería ser el capítulo actual del problema histórico que han evidenciado fuerzas de izquierdas como el Partido Obrero o el Partido de los Trabajadores Socialistas al momento de articular fuerzas.

Por otro lado, se debe mencionar un elemento resultante del entramado institucional de la provincia de Santa Fe. Los senadores provinciales juegan un rol diferenciado presentando un espacio de dirigencia partidaria regionalizado por departamento, al tiempo que tienen un emplazamiento institucional en la Cámara alta de la Legislatura provincial. Esta dinámica regional – provincial los transforma en actores políticos institucionales de articulación entre localidades y Provincia y entre los diferentes niveles ejecutivos. Esto es de vital importancia en el contexto del actual gobierno que ha intentado efectivizar una regionalización de la provincia sin tener, tras 12 años de gestión, la mayoría en el Senado provincial, e incluso no ser primera minoría en diputados entre 2011-2015.

También se puede observar que la distribución de sufragios de las últimas elecciones ha cambiado sensiblemente. Producto del acelerado desgaste del gobierno nacional, Cambiemos encuentra graves problemas en toda la provincia para sostener el tercio de votantes de 2011 y 2015. Esto sin considerar los abultados resultados obtenidos en 2017. Por otro lado, el Frente Progresista sostiene más de una década de gestión provincial, sin embargo muestra candidatos competitivos en casi todas las contiendas de este 2019.

Esta afirmación es discutible para la ciudad de Rosario. Los candidatos oficialistas son relativamente competitivos, pero se encuentran afectados por el desgaste de treinta años en la gestión local y la presencia de candidatos con altos pisos electorales en competencia por la intendencia dentro del justicialismo y de Cambiemos. Todo ello repone atenuadamente la tripartición para un área urbana que concentra casi el 40% del electorado provincial.

Finalmente, no se puede dejar de lado las particularidades que el justicialismo impone al sistema en general. Por un lado, se observa desde 2007 la incapacidad del candidato a gobernador para retener los votos desde las Paso a las generales. En el año 2007, por el propio desgaste de la gestión provincial, en el año 2011 por la articulación partidaria y de líderes regionales que Unión Pro Federal ofertó al electorado santafesino con Miguel Del Sel a la cabeza. Si el 2015 resultaría una excepción, de cualquier manera, no alcanzaron los votos. Por otro lado, el justicialismo y sus aliados han mostrado mayor interés y necesidad de participar en las primarias. Esta realidad llega hasta la actualidad en que su frente Juntos presenta la mayor cantidad de listas.

Toda otra serie de aspectos se imponen al análisis cuando se analiza la coyuntura. Un aspecto central para tener en cuenta aquí es la transversalidad que ha adquirido el debate feminista y de género. Esto es claramente visible en el cumplimiento de los cupos de género en algunas listas y en las propuestas de la implementación de derechos de género, de salud y educación sexual por parte de fuerzas del centro a la izquierda. Sin embargo, también se evidencia en la formulación de los nombres de listas y frentes relacionados con la reivindicación de específicas concepciones de “familia”, “vida” o “paz”, explícitamente reactivas al debate feminista.

Otro aspecto coyuntural a considerar es el fenómeno de la llegada de periodistas y comunicadores a la política electoral. No se puede contestar aún si se está en presencia de un revival de los outsiders. Sin embargo, se observa este elemento en varias ofertas: Marcelo Lewandowski, Susana Rueda o figuras de más historial como la presentadora Anita Martínez  y el periodista de investigación Carlos Del Frade.

Un detalle de la oferta

Si el votante quiere entender la construcción territorial y de aparato partidario de cada candidato a puestos ejecutivos, debe ver los vínculos con los segmentos legislativos de las elecciones. Es en las contiendas legislativas es donde se muestra la mayor cantidad de listas. 25 listas contienden por un lugar entre los 14 partidos y/o coaliciones para los escaños en juego en Diputados. Si solo se observa Rosario, similares números se registran para el cargo de Senador y aún más para la elección de concejales.

De este universo, la primaria más frondosa está dentro del Frente Juntos. El justicialismo y sus aliados lograron introyectar en el seno de un solo frente electoral su diversidad. Las listas de diputados Sumar (Omar Perotti como precandidato a gobernador y Leandro Bussato como primer precandidato a diputado) y de Encuentro por Santa Fe (María Eugenia Bielsa como precandidata a gobernadora y Silvina Frana como precandidata a diputada) son las que muestran mayores chances de imponerse, favorecidas por un círculo virtuoso de fortalecimiento mutuo entre candidatos para puestos ejecutivos y legislativos.

Dentro del Frente Progresista se alcanzó una lista de unidad para diputados encabezada por el actual gobernador. Se repite así la racha ganadora que lo llevó a la Casa Gris en 2015. En aquella elección Bonffatti, actual candidato a gobernador, se postuló para diputado. Este juego combina peso específico de candidaturas, articulación de aparato y el uso de las capacidades de comunicación del Estado, en manos del Poder Ejecutivo y Legislativo Provincial.

Otro cantar es el caso de Cambiemos. A un candidato que poco trasmite a la sociedad santafesina, se suma un sello desgastado y un precandidato a diputado para el olvido. Que no se malinterprete. El trabajo de articulación del eje ciudad de Santa Fe-Buenos Aires ha sido muy reconocible pudiendo cerrar múltiples listas de unidad. Aquí los principales saldos negativos los aportan los candidatos. Los mismos solo pueden mostrar haber saltado de frente en frente electoral. De hecho, los precandidatos radicales a gobernador (Corral), senador por Rosario (Rosúa), a intendente (Boasso), a concejala (León) de Cambiemos son un desprendimiento del Frente Progresista.

Las particularidades de la metrópoli santafesina

En el rubro de senadores la diversidad es moneda corriente. Desde candidatos con capacidad de empuje, como Mónica Fein (Lista Adelante, Frente Progresista), hasta propuestas en franco crecimiento, como Nicolás Gianelloni (del equipo de Pablo Javkin, Frente Progresista). Desde candidatos muy interesantes en materia de formación política pero de dudoso scoring electoral como Norma López (Lista Sumar, Frente Juntos), hasta el capítulo senatorial de “los periodistas a la política electoral” como Marcelo Lewandowski (lista Encuentro Por Santa Fe, Frente Juntos).

La disputa por la intendencia de Rosario matiza el escenario provincial. No solo porque la tripartición se recompone atenuadamente entre los frentes Juntos, Progresista y Cambiemos, sino porque muestra diversidad de acuerdos. Dos estrellas que parecen haberse apagado encierran el continuum ideológico local. Por la izquierda, uno que no alcanza al trío que pica en punta, Juan Monteverde (Partido Ciudad Futura), parecía una promesa hace unos años. De hecho, su fuerza sedujo al arco progresista a jugar en una gran primaria contra el avance de Cambiemos. Ya con todo ello en el pasado, Monteverde parece no llegar al 8% de los votos. Nada despreciable aún así. Por derechas, en 2017 parecía imponerse sin mayores esfuerzos Roy López Molina (Alianza Cambiemos). Sin embargo, el pesado lastre de la marca Cambiemos hoy lo encuentra disputando cabeza a cabeza contra un actor que parecía jubilado hace algunos meses (Jorge Boasso), con una expectativa de votos de 9% cada uno.

El Frente Progresista reedita internas. La particularidad aquí es que el precandidato con más chances no es socialista. Pablo Javkin se impondría hoy, frente a la candidata del socialismo y ex secretaria de Hacienda municipal Verónica Irizar, por 14 a 7 por ciento, cambiando fuertemente la correlación de fuerzas entre radicales progresistas y socialistas. También a contrapelo de la dinámica provincial, el justicialismo lleva a un solo candidato para la intendencia: el concejal y ex director de la Anses en Rosario, Roberto Sukerman. Este dirigente es quien individualmente muestra mejor intención de votos superando el 20%. Sin embargo, por su cercanía con el kirchnerismo, surge inmediatamente la pregunta sobre su techo electoral

Finalmente los escaños que se ponen en juego en el Concejo Municipal se disputan entre 17 alianzas electorales y 36 listas. El justicialismo representa 8 de esas listas, de las cuales 5 son competitivas. Las dos que se alinean con los candidatos a gobernador encabezadas por Carola Nin (Encuentro por Santa Fe) y Marina Magnani (Sumar), la de Eduardo Toniolli (Llegó la Hora), y más atrasadas, las de Gigliani y Marenghini. Con apoyo del Movimiento Evita y la UOM, Toniolli parece picar en punta con casi el 9% de las preferencias.

El Frente Progresista lleva una contienda interna cabeza a cabeza entre Susana Rueda (Seguida por el aparato local del PS) y María Eugenia Schmuck (radicales progresistas) que acapararía casi al 20% del electorado, entre un universo de cinco listas oficializadas.

Cambiemos presenta cuatro listas a concejales en general con debilidades, destacándose la candidatura de Daniela León.

Desde la izquierda se destacan las listas únicas de Caren Tepp (Ciudad Futura) y Celeste Lepratti (Igualdad y participación – en alianza con Rubén Giustiniani precandidato a diputado provincial).

En general el escenario provincial evidencia grandes acuerdos electorales. Preliminarmente, se observa una elección que repetirá una tendencia de anteriores comicios de otras provincias en este año electoral. La misma podría formularse de la siguiente manera: fuerzas partidarias provinciales en disputa directa con una diversidad de expresiones del justicialismo que han logrado articularse, mientras que los candidatos de la fuerza nacional esperan por el sostenimiento del status quo subnacional en un cómodo tercer puesto. Rosario como espacio en disputa evidencia sus particularidades. Sin embargo, la cercanía de las intenciones de voto entre los frentes electorales agregados exige cautela a la espera de que el 28 de abril decante las ofertas y marque tendencias más claras de cara las generales de junio.

El condimento que aporta el primer «Paso» santafesino es su abultada proporción de votos de cara a las nacionales de agosto.

 

* Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario y miembro de la Asociación Civil Jóvenes Ciudadanos.