El expresidente Lula da Silva deberá permanecer preso, cumpliendo su pena de 12 años y un mes por corrupción, determinó este domingo el presidente de un tribunal de apelaciones de Brasil después de la confusión generada por las órdenes y contraórdenes para la liberación del exmandatario.
«Determino el retorno de los autos al gabinete del juez João Pedro Gebran Neto, así como la manutención de la decisión proferida por él» de que Lula siga en la cárcel, señaló en un despacho Carlos Eduardo Thompson Flores, el presidente del TRF4 de Porto Alegre (sur), el tribunal que ratificó la condena en primera instancia de Lula en enero.
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