Los parlamentarios conservadores Tobias Ellwood y Anthony Mangnall se sumaron a otro grupo de diputados que anunciaron que quieren destituir al primer ministro de su cargo
El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrentó hoy más pedidos de renuncia de parte de diputados del Partido Conservador, en medio de nuevos informes de que asistió a más reuniones durante el confinamiento y que se encuentran bajo investigación policial.
Los parlamentarios conservadores Tobias Ellwood y Anthony Mangnall se sumaron a otro grupo de diputados que anunciaron que quieren destituir al primer ministro de su cargo, tras la controversia por las fiestas en la residencia oficial del Gobierno británico.
Ambos legisladores anunciaron que enviarán una carta pidiendo una moción de censura al Comité 1922, que determina el futuro del primer ministro y eleva a 13 el número de los que exigen públicamente un voto de censura.
Según el diario The Guardian, se estima que se han enviado otras cartas al presidente del Comité Conservador de 1922 en privado, pero se necesitan 54 cartas para que la iniciativa siga adelante.
Los parlamentarios pueden escribir cartas al presidente del Comité para indicar que creen que se necesita un cambio en el liderazgo del partido, lo que se conoce como cartas de censura.
El lunes se conoció un informe de la investigación interna sobre las fiestas celebradas en la residencia gubernamental de Downing Street, donde el primer ministro habría participado en al menos tres mientras el Reino Unido estaba en la más dura cuarentena por el coronavirus.
La investigación realizada por la vicesecretaria permanente de la Oficina del Gabinete británico, Sue Gray, condenó la falta de liderazgo en Downing Street y consideró que «varias» reuniones no deberían haberse permitido o se desarrollaran de la forma en que lo hicieron.
El informe reveló también evidencia de consumo de alcohol en exceso y mostró que el personal no fue capaz de plantear sus preocupaciones sobre las infracciones a las reglas en la residencia oficial del Gobierno durante la cuarentena.
Según el Daily Telegraph, ahora la Policía Metropolitana, conocida como Scotland Yard, se centró en una fiesta el 13 de noviembre de 2020 en su departamento privado del número 11 de Downing Street, la misma noche en que fue despedido el exasistente principal de Boris Johnson y artífice del Brexit, Dominic Cummings.
Ayer, Cummings, uno de sus mayores críticos, aseguró que la policía está investigando fotografías del primer ministro en esa reunión.
El exasesor, que se fue del Gobierno tras un enfrentamiento con el primer ministro y su círculo más cercano, escribió en su blog que habló con testigos que pudieron «escuchar una fiesta con música» y sonaban temas del grupo sueco Abba» la noche en que fue él despedido de Downing Street, en noviembre de 2020.
Dijo que los funcionarios con los que habló en 2021 le dijeron a él y a otros que hubo varias fiestas después de que se fue y que el primer ministro estaba al tanto de ellas.
«También me han dicho que hay otras fotos de otras reuniones en contra de las reglas en 2021, algunas del primer ministro», relató.
Este mediodía Johnson que podría enfrentarse a más de 12.000 libras esterlinas en multas por el incumplimiento a las reglas del coronavirus, se enfrentó a los parlamentarios en la sesión de preguntas del Parlamento donde fue acorralado por los parlamentarios, quienes exigieron más respuestas.
En ese sentido, el líder del Partido Independentista Escocés (SNP) en Westminster, Ian Blackford, consideró que si el primer ministro es multado por la policía, debe renunciar.
«Tengo dificultades para conciliar la versión de los hechos del primer ministro con otras pruebas. Y, como saben, tengo el deber de representar el profundo enojo público con el primer ministro», expresó ante el Parlamento en la sesión de preguntas.