El Observatorio del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos publicó un informe que muestra la variación en los valores de los fármacos más utilizados
El 2020 fue sinónimo de crisis: sanitaria, social y económica. Una gran cantidad de personas ha perdido el trabajo o ha visto disminuir sus ingresos en el marco de la pandemia. El aumento de precios y la inflación han sido dos indicadores indiscutibles de la situación que se atraviesa y los medicamentos no quedaron afuera de esta tendencia de subas. En el cierre del año, el Observatorio del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos publicó un informe que muestra, sin embargo, que en este caso la evolución de los precios fue muy por encima de la inflación.
Ceprofar realiza anualmente un relevamiento que muestra la variación de los medicamentos más usados en el país, los compara con el índice de inflación y también con los costos que aplica cada marca. Desde enero a diciembre de 2020, este tipo de fármaco aumentó en promedio un 46,1%, mientras que el índice de precios al consumidor nivel general (IPC) estimado en el mismo período es del 35%.
De acuerdo a los datos del Centro, hubo una aceleración en la tendencia a la suba desde la mitad del año en adelante. En agosto costaron un 4,09% más caros que el mes anterior, mientras que el IPC había variado un 2,7%. En septiembre creció el 3,1% contra el 2,8% del IPC; en octubre el 9,68% (IPC 3,8%) y en noviembre el 4,51% (IPC 3,2%). Diciembre no fue la excepción: 4,3% de aumento, ante un 3% estimado del IPC.
Este crecimiento en los valores no es nuevo. Ya en 2019, los medicamentos más usados habían ganado un 111,95% desde el comienzo al cierre del año, mientras que el IPC a lo largo de 2019 había sido del 53,8%. Ceprofar también realizó un informe al respecto.
El estudio revela también que existe una gran diferencia entre los precios de medicamentos de distintas marcas con el mismo principio activo. La misma va desde el 62% al 261% para los medicamentos más usados, muchos de ellos necesarios para tratamientos de enfermedades crónicas de alta incidencia sanitaria.
Por otra parte, se pudo verificar que las marcas más conocidas son las más utilizadas y también las que más aumentan. Entonces, es un incremento directo al costo que afrontan los pacientes y también la seguridad social. El Centro explica que esto está relacionado a la prescripción por marca; es decir, incluir marcas comerciales en las recetas, a pesar de que la ley 25649/02 promueve la prescripción y dispensa por nombre genérico, en beneficio del paciente.
La situación de Pami tiene un apartado especial en la investigación. Según se detalla, los precios de venta al público (PVP) de los medicamentos incluidos en Pami aumentaron con la misma variación interanual que se observa en la Tabla 1, sin embargo el PVP-Pami (un precio especial acordado en el convenio de atención a los afiliados al Pami) tuvo una variación anual mucho menor, modulando el impacto de los aumentos de precios para los adultos mayores.
