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En Venecia

«El Pepe, una vida suprema», el documental de Mujica


El ex presidente uruguayo José Mujica llegó a la Mostra de Venecia para asistir al estreno del documental del director serbio Emir Kusturica, «El Pepe, una vida suprema», dedicado a su visión del mundo, a sus convicciones políticas y éticas.

Mujica, de 83 años, que lleva casi una semana en Italia donde se ha reunido con políticos y mantenido encuentros públicos en diferentes ciudades para presentar su libro en italiano «Una oveja negra en el poder», desembarcó en el Lido veneciano el día del estreno de otra película inspirada en su vida: «La noche de 12 años», del uruguayo Álvaro Brechner.

La cinta sobre los horrores de la dictadura, a cuya proyección no asistió, cuenta su dramático y largo encarcelamiento en condiciones infrahumanas, su lucha por sobrevivir, el valor de la introspección, de la profunda soledad en la que tuvo que vivir por más de una década en los calabozos de la dictadura militar.

«Uno aprende con lo que vive, no con lo que cuentan», explicó Mujica en una entrevista a la radio italiana en la que habló de América Latina, Europa, su relación con el poder.

Presentado fuera de competición en la sala grande del Palacio del Cine, ovacionado por largos minutos en su primer pase, el documental de Kusturica es ante todo el retrato afectuoso de un hombre auténtico y sabio, que ha aprendido «del dolor y no de los triunfos», como él mismo confiesa.

Un mate

El documental comienza con Mujica y Kusturica cumpliendo en silencio el rito de preparar un mate, un arte al que introduce al serbio.

Basado en las largas conversaciones que el cineasta y músico mantuvo con el líder político latinoamericano, quien despierta devoción en medio mundo y críticas en su país, el documento gira en torno al día en que dejó la presidencia de Uruguay el 1 de marzo del 2015.

El ex guerrillero que presidió Uruguay por cinco años, un emblema de la izquierda latinoamericana, admirado por su «revolución tranquila», cuenta su vida, los años de la lucha armada y también aquellos pasados en los calabozos de la dictadura.

El autor de legendarias y premiadas películas como «Papá está en viaje de negocios» (1985) y «Underground» (1995), una suerte de representante del realismo mágico en el cine, logra una fuerte afinidad con El Pepe, el hombre humilde e iconoclasta, así como con su discurso anticonsumista, su defensa del medio ambiente.

«A través de su camino de vida y su ejemplo personal, José Mujica da la esperanza de alcanzar ideales», explicó Kusturica en el catálogo de presentación del documental.

Fotografías en blanco y negro, imágenes del filme de Costa- Gavras «Estado de Sitio» (1972) sobre el golpe militar en Uruguay, su vida cotidiana en la chacra, su relación con la naturaleza y su perra de tres patas recientemente fallecida, ilustran ese estilo austero que lo han convertido en un icono en medio mundo.

El ex guerrillero, que sobrevivió a la dictadura y que renunció a parte de su sueldo de presidente, habla también del amor por su mujer, la ex guerrillera Lucía Topolansky.

«Su amor por la vida y la naturaleza es el núcleo de su ideología», resumió Kusturica al hablar de su trabajo en Venecia.

Antes de llegar a Venecia, el realizador confesó que se siente «triste por no haber tenido un presidente así».