El Centro de Actividades Especiales de la CIA realiza operaciones encubiertas y tiene su propia fuerza paramilitar que lleva a cabo operaciones antiterroristas
El Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD) planea retirar la mayor parte del apoyo militar que brinda a las misiones antiterroristas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para el 5 de enero próximo, en una medida que se espera tenga un efecto amplio en el alcance de las operaciones paramilitares de la agencia. Así lo informó un exfuncionario de inteligencia de alto rango de la administración, consignó la agencia de noticias Ansa.
No está claro cómo afectaría la decisión a las misiones antiterroristas mundiales de la agencia de espionaje, que a menudo dependen del ejército estadounidense para el apoyo logístico y el personal.
El secretario de Defensa interino, Christopher Miller, envió una carta a la directora de la CIA, Gina Haspel, en la que describía la decisión, según el exfuncionario, que caracterizó la acción como «sorprendente y sin precedentes».
El Centro de Actividades Especiales de la CIA realiza operaciones encubiertas y tiene su propia fuerza paramilitar que lleva a cabo operaciones antiterroristas.
Si bien actúan como una fuerza independiente, a menudo dependen del ejército que brinda una amplia gama de apoyo a las operaciones paramilitares de la CIA, incluido el transporte aéreo, la logística y la evacuación médica.
A veces eso significa que el personal militar termina siendo designado para apoyar las operaciones antiterroristas de la CIA.
Los cambios, que se llevarán a cabo antes del 5 de enero, implican el regreso del personal del Departamento de Defensa detallado a la CIA y algunos equipos militares, incluidos los drones Predator.
La medida sería el último gran cambio de política desde que el presidente Donald Trump inició una importante reorganización de personal en el Pentágono luego de su derrota electoral ante Joe Biden.
La administración Trump anunció hace tres semanas la retirada de tropas de Afganistán, Irak y Somalia, luego que a principios de noviembre descartara gran parte del liderazgo civil del Pentágono y reemplazara a los funcionarios por una gran cantidad de leales políticos mientras su administración llega a su fin.
Desde que despidió al secretario de Defensa Mark Esper por medio de un tuit el 9 de noviembre, Trump quitó al menos a otros tres altos funcionarios y los reemplazó con supuestos leales y apuntó a dos juntas asesoras.
Según informó la cadena de noticias estadounidense CNN, la administración de Biden planea revertir la medida.