La foto habla por sí sola. El capitán de la Selección nacional de voleibol, Luciano De Cecco, junto a Tomás López, rosarino, y dos jugadores de Cuba. Todos ellos tomando una bandera que reza: «Justicia por Juan Cruz. Voley CRUyC (Club Centro Recreativo Unión y Cultura)«. El pedido de justicia por el asesinato de Juan Cruz Ibáñez llegó también al vóley. Sucede que su familia y allegados quieren eso, que el caso se conozca y el culpable cumpla la condena que le corresponde por lo que hizo.
Juan Cruz era oriundo de Murphy pero vivía en Rosario desde el momento en que comenzó a estudiar Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional. El pasado 29 de junio, el joven de tan solo 23 años, fue asesinado a puñaladas en su departamento. Desde ese momento, movilizaciones, reuniones, entrevistas y banderas caracterizaron el continuo reclamo de gran parte de la sociedad.
El segundo partido amistoso entre Argentina y Cuba les pareció una buena oportunidad a los amigos de Juan Cruz para renovar ese pedido. Seis chicos de su localidad asistieron al Claudio Newell con la bandera y lograron que jugadores del seleccionado se fotografíen con ella.
Ángel Saavedra formó parte de ese grupo y, en diálogo con CLG, explicó: «El caso es muy duro para todo el pueblo y más para los que somos más allegados a Juan cruz, que fue un gran amigo, una gran persona y estamos apoyando a la familia en todo lo que sea posible».
«Queremos que se conozca el caso. Acá en Rosario nos ven mucho y eso es bueno pero queremos que se conozca mucho más y se pueda hacer justicia por Juan», continuó.
Ángel y Juan Cruz eran amigos «desde chiquitos». El joven, emocionado por lo sucedido, comentó que todo lo que realizan es avalado por la familia de Juan: «Busco ayudar desde mi lugar. Lo hablé con ellos (padres de Ibáñez), les pareció una buena idea y me dijeron que sí muy agradecidos».
Saavedra explicó que desde siempre es fanático de vóley y que es entrenador en Murphy. «Juan era más del lado del estudio, un bocho terrible, pero le encantaba el vóley también y cuando podía jugábamos un rato», contó sobre su amigo.