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El pedido de justicia por Fernando se escuchó en Europa y el Papa mandó carta


Hubo concentraciones en Barcelona, Londres y diferentes ciudades de Argentina. Francisco envió una misiva que se leyó en Villa Gesell

Hubo concentraciones en Barcelona, Londres y diferentes ciudades de Argentina. Francisco envió una misiva que se leyó en Villa Gesell

Vecinos de Villa Gesell y numerosos turistas se concentraron este martes en la puerta del boliche Le Brique, donde  el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, ofició una misa en el lugar donde mataron a Fernando Báez Sosa para pedir por el «eterno descanso» del joven.

La ceremonia religiosa se llevó a cabo en Avenida 3, entre Buenos Aires y Paseo 102, donde cientos de personas se concentraron.

«En primer lugar, vamos a pedir por el eterno descanso de Fernando, que es un acto de fe tradicional profunda, y pedir por el don del consuelo de su mamá y su papá, su novia, sus amigos y el resto de sus familiares, que también es una obra de misericordia común de la Iglesia», señaló el obispo.

A un mes del crimen del joven, el acto central se realizó frente al Congreso con la presencia de los padres de Fernando Báez Sosa. Pero además hubo concentraciones en diferentes puntos del país, como Rosario, y en el exterior, con epicentros en ciudades como Londres y Barcelona.

«Quiero agradecer a todos por haber venido a acompañarme, no es fácil sin ustedes y con su ayuda se va a hacer realidad, se va a hacer justicia por mi hijo y todas las víctimas de violencia», dijo Graciela, notablemente emocionada en el escenario.

Y continuó: «Era un chico decente, bueno, que amaba la vida, a su prójimo, quería ayudar a todos el mundo, tenía metas, objetivos, lo que le hicieron nos arruinó la vida a mi esposo, a mí y a todos los que lo queremos».

«Estoy agradecida con ustedes por acompañarme, desde que perdimos a nuestro hijo mi vida no es fácil, todo se nos vino abajo, era nuestro sostén, nuestra lucha para seguir adelante. Quiero justicia por mi hijo, él está entre nosotros», dijo.

Quien también dijo presente fue el padre de Pablo Ventura, el joven que fue detenido luego de que los acusados lo señalaran como partícipe del hecho, aunque luego fue sobreseído.

«No estamos bien todavía, pero venimos para que se haga justicia por Fernando. Mi hijo es una víctima colateral de este drama, pero una víctima muy chiquitita, porque al que mataron fue a Fernando. Mi hijo quería venir, pero le dije que no. Espero que con esto cambie la sociedad», dijo.

Otros puntos de concentración fueron el Monumento a la Bandera en Rosario; la Plaza de la Independencia, en Mendoza; el Paseo de las Rosas, en Ushuaia; la Plaza 25 de Mayo de San Juan, la puerta del consulado argentino en Barcelona y la catedral de San Pablo, en Londres.

«La violencia es un flagelo que arrasa y destruye sin distinción alguna. No hay religión, clase social, nacionalidad, raza o edad que la frene. Por eso tenemos que decir basta de violencia, con energía y decisión para que se escuche en cada rincón de la Argentina», se señaló en un texto que escribieron los papás de Fernando al convocar a la marcha y que se leyó durante el acto.

En tanto, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, presidió una misa en Villa Gesell, en el lugar del asesinato de Fernando Báez Sosa, para pedir por el «eterno descanso» del joven y por «justicia».

El papa Francisco, quien ya se había comunicado con los padres de Fernando, envió un mensaje que fue leído por el obispo, en el que expresó: «Que Jesús y la Virgen nos guíen en este pedido de Justicia».