Alrededor de 305.000 niños de Mozambique han visto interrumpida su escolarización a causa del paso del ciclón Idai por el país, que provocó daños o destruyó un total de 3.400 aulas en las regiones del país africano, incluidas más de 2.700 en Sofala.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha señalado que en algunos casos las escuelas afectadas requieren una rehabilitación importante después de ser utilizadas como refugio de emergencia para desplazados por el ciclón, según indicó la agencia Europa Press.
El organismo ha instado a sus socios humanitarios a trabajar juntos para aplicar soluciones a la situación, entre ellas establecer centros de aprendizaje temporales, al tiempo que ha recalcado que «cualquier interrupción prolongada en el acceso al aprendizaje podría tener consecuencias devastadoras para los niños a corto y largo plazo».
«La educación es esencial para ayudar a los niños a volver a la normalidad después de un evento traumático, como un ciclón importante, así como para favorecer su desarrollo y perspectivas a largo plazo», indicó Unicef en un comunicado.
En este sentido, expresó además su preocupación por la posibilidad de que los daños a las infraestructuras «puedan agravar las ya de por sí bajas tasas de escolarización y el rendimiento escolar en Mozambique».
En la actualidad menos del 20 por ciento de los niños en edad de recibir educación secundaria están matriculados, y las tasas de abandono podrían aumentar debido a que muchas familias podrían necesitar que sus hijos trabajaran para conseguir dinero.