Unos comicios marcados por el desinterés y plagados de denuncias de irregularidades
Rusia Unida, el partido del presidente ruso, Vladimir Putín, revalidó su mayoría parlamentaria en las elecciones celebradas este fin de semana en el país, unos comicios marcados por el desinterés y plagados de denuncias de irregularidades.
Con el recuento del 85% de los colegios electorales, Rusia Unida lograba 49,76% de los votos, por delante de los comunistas (19,61%), cifras que confirman una crecida de éstos últimos que en las últimas elecciones rondaban el 13%, según datos de la Comisión Electoral citados por la agencia de noticias AFP.
La oposición, mayoritariamente excluida de estas elecciones, igual que el principal opositor, el encarcelado Alexey Navalny, denunció fraudes masivos a medida que la victoria de Rusia Unida se ampliaba durante la noche.
Un alto responsable del partido en el poder, Andréi Turchak, aseguró que su formación logró al menos 315 escaños de un total de 450 en la Duma (cámara baja del parlamento), con lo que saludó una victoria «clara y limpia».
Se trata de una mayoría de más de dos tercios, -aún no definitivo- y que sin embargo constituye un descenso para Rusia Unida respecto a 2016, cuando obtuvo 54,2% de los sufragios, y 334 diputados.
Con un creciente descontento social por la situación económica y la pandemia de coronavirus, Putin, de 68 años, logrará -de oficializarse este resultado- una sólida escena legislativa para apoyar sin ninguna fisura sus políticas, además de garantizarle estabilidad hasta que termine su mandato, en 2024.
En Moscú, bastión de los detractores del Kremlin, los resultados de los votos en línea no habían sido anunciados en la madrugada, más de 12 horas después del fin de la elección. «Son las elecciones del fraude electrónico» afirmó en Twitter Ivan Jdanov, un afín de Navalny en el exilio, mientras Leonid Volkov, otro de sus aliados, denunció una «reescritura completa» de los resultados en Moscú y San Petersburgo.
La oenegé especializada Golos había recibido más de 4.950 denuncias de posibles irregularidades electorales, y consideró como una «evidencia» el descenso del «nivel de transparencia» y de «claridad del sistema electoral». Las autoridades calificaron a Golos de «agente extranjero».
La presidenta de la comisión electoral, Ela Pamfilova, rechazó esas acusaciones y elogió la «transparencia» de las elecciones. A su vez, los partidarios de Alexey Navalny pidieron hacer «un voto inteligente» y apostar por aquellos candidatos mejor situados para impedir la elección de los representantes del partido de Putin. En la mayoría de casos eran los comunistas.
Según una dirigente cercana a Navalny, si se confirma el resultado en alza de los comunistas supone un éxito. Las legislativas se llevaron a cabo después de una intensa ola represiva contra la oposición, incluido el encarcelamiento de Navalny, cuya organización fue proscrita por «extremista». Además, las autoridades presionaron a los gigantes informáticos, y al iniciarse las elecciones, el viernes, Apple y Google eliminaron la aplicación «voto inteligente» de Navalny.