La primera ministra, Theresa May, perdió hoy la votación del acuerdo del Brexit en el Parlamento británico por 432 votos en contra y 202 a favor, la mayor derrota de la historia en la Cámara de los Comunes.
Apenas concluyó la votación, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, presentó en el Parlamento una moción de censura contra el gobierno conservador con el objetivo de hacer caer el Ejecutivo y forzar una elección general.
La moción de censura será votada mañana miércoles en la Cámara de los Comunes a las 19 (16 hora argentina).
Si los parlamentarios votan mañana para respaldar la moción de censura, el gobierno tendrá 14 días para ganar otro voto adicional y si pierde, entonces se llevará a cabo una elección general.
La amplia mayoría que votó hoy en contra del acuerdo negociado entre May y la Unión Europea estaba compuesta, principalmente, por la mayoría de los diputados laboristas, los conservadores del ala más dura del oficialismo, entre ellos los ex ministros del gabinete que renunciaron en rechazo a la propuesta del Brexit de May.
También votaron en contra todos los diputados del Partido Unionista Democrático (DUP), los aliados de la primera ministra desde que perdió la mayoría absoluta de los escaños del Parlamento en la elección pasada.
Además de enfrentar la moción de censura, la líder conservadora tiene sólo tres días de sesiones en el Parlamento para regresar y presentar sus próximos pasos -como pide la UE- o un plan B -como la obligó la Cámara de Comunes en una moción votada la semana pasada.
No está claro aún cuál será la estrategia de la premier, pero hoy adelantó que buscará dialogar con todos los partidos con presencia en el Parlamento para intentar consensuar alternativas a su acuerdo.
«Está claro que la Cámara no apoya este acuerdo, pero el voto de esta noche no nos dice nada sobre lo que sí respalda», explicó la premier y agregó que, primero, debe confirmar que sigue contando con la confianza del Parlamento.
«Creo que sí, pero dada la escala y la importancia de la votación de esta noche, es justo que otros tengan la oportunidad de examinar esa cuestión si así lo desean», agregó tras la votación y la presentación hecha por la oposición laborista.
También desmintió a sus detractores que la acusan de querer retrasar el reloj hasta el 29 de marzo, el plazo máximo para iniciar la salida de la UE.
«Esa no es nuestra estrategia y siempre he creído que la mejor manera de avanzar es salir de forma ordenada con un buen acuerdo», destacó la premier, intentando descartar la opción de un Brexit sin acuerdo.
En tanto, muchos de los que le votaron en contra hoy le pidieron que regrese a Bruselas y renegocie el acuerdo para abandonar la UE, una opción difícil ya que los negociadores europeos dejaron en claro públicamente que no piensan hacer tal cosa.