El papa Francisco manifestó su disposición a contar con creyentes, hombres y mujeres, a quienes confiará «un ministerio» dedicado a la lectura de la Biblia, una medida que promueve el papel de la mujer dentro de la Iglesia sin por ello abrir la puerta al sacerdocio.
Aunque con frecuencia se invita a las mujeres a leer textos durante la misa, no tienen una misión explícita otorgada por la Iglesia.
Francisco publicó este lunes una carta apostólica que establece «el domingo de la Palabra de Dios», con el fin de ilustrar la Biblia a los fieles católicos.
El día dedicado a la Biblia no ha de ser «una vez al año», advierte Francisco, «porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resucitado, que no cesa de partir la Palabra y el Pan en la comunidad de los creyentes», escribió.
Para el pontífice argentino es fundamental hacer todo lo posible para capacitar a algunos fieles para que «anuncian la Palabra con la preparación adecuada», agregó en el documento, conocido como «motu proprio».
Un miembro de la Curia, encargado de aclarar el significado de esta carta papal, especificó que esos fieles laicos, especialmente entrenados, podrían ser tanto hombres como mujeres.
«Sabemos cómo sucede en nuestras iglesias: la primera persona disponible está llamada a leer», explicó el obispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
«La palabra de Dios debe encontrar personas, mujeres y hombres, que sean capaces de una palabra genuina y una comprensión del texto sagrado para proclamarlo», añadió Fisichella en una entrevista transmitida por el Vaticano.
En un sínodo dedicado a la Biblia realizado a fines de 2008, los obispos habían apoyado la creación de un «ministerio para los lectores» abierto a las mujeres. Pero el papa de la época, Benedicto XVI, no acogió esa propuesta.
La idea ahora es de contar con más hombres y mujeres, sobre todo en territorios aislados, donde se necesitan sacerdotes.
El tema será abordado durante el sínodo o asamblea de obispos de la Amazonía, que se abrirá el 7 de octubre en el Vaticano.
El documento preparatorio sugiere «identificar el tipo de ministerio oficial que puede conferirse a las mujeres».
Los religiosos se interrogan también sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados, entre ellos «indígenas». Idea muy criticada por los sectores católicos conservadores.