El papa Francisco pidió este jueves a sacerdotes que sean «imagen de pobres y oprimidos», al iniciar en el Vaticano las celebraciones por Semana Santa.
«Lucas señala cuatro grandes grupos que son destinatarios preferenciales de la unción del Señor: los pobres, los prisioneros de guerra, los ciegos, los oprimidos», aseveró el pontífice durante la Misa de Crisma.
En el marco de la celebración de Jueves Santo en la Basílica de San Pedro, Jorge Bergoglio detalló su preferencia por esos destinatarios: «Viniendo a nosotros, queridos hermanos sacerdotes, no tenemos que olvidar que nuestros modelos evangélicos son esta gente, esta multitud con estos rostros concretos, a los que la unción del Señor realza y vivifica».
«Ellos son los que completan y vuelven real la unción del Espíritu en nosotros, que hemos sido ungidos para ungir», les dijo a los 50 cardenales y 70 obispos que lo acompañaron, en medio de un total de 1800 sacerdotes
Además, el obispo de Roma planteó: «Hemos sido tomados de en medio de ellos y sin temor nos podemos identificar con esta gente sencilla. Ellos son imagen de nuestra alma e imagen de la Iglesia».
Con esta ceremonia que marca para los católicos el inicio del Triduo Pasqual que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, el Papa aseveró que «cada uno encarna el corazón único de nuestro pueblo».
«Nosotros, sacerdotes, somos el pobre y quisiéramos tener el corazón de la viuda pobre cuando damos limosna y le tocamos la mano al mendigo y lo miramos a los ojos», reclamó Bergoglio en un mensaje dirigido puertas adentro de la Curia romana.
Durante su homilía, aprovechó para reiterar sus críticas al «clericalismo», al que relacionó con un episodio bíblico en el que los discípulos buscaban «querer asegurarse la comida y la propia comodidad desentendiéndose de la gente».
Francisco terminó la homilía con un llamado a la conversión de sus sacerdotes, a quienes los animó a ser «reungidos por la fe y el cariño de nuestro pueblo».
«El que aprende a ungir y a bendecir se sana de la mezquindad, del abuso y de la crueldad», los convocó.
Este jueves, el Papa celebrará el rito de lavado de pies en una cárcel de las afueras de Roma desde las 17 locales (12 de Argentina), y mañana encabezará el tradicional Via Crucis en el Coliseo romano con un mensaje que estará centrado en la denuncia de la trata de personas a las 21 de la capital italiana.