El papa Francisco lamentó la «falta de compasión, el desinterés y una escasa voluntad social y política» para luchar contra el hambre el mundo, al recibir este jueves en el Vaticano a los ministros y participantes a la 41ª Conferencia de la FAO.
«El objetivo Hambre Cero en el mundo es todavía un gran desafío, aun cuando se debe reconocer que en los últimos decenios se ha visto un gran avance», dijo el pontífice argentino ante la delegación, de la que formaba parte el nuevo director general de la agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el chino Qu Dongyu.
El Papa no sólo pidió a los gobiernos y personas que cumplan las disposiciones de Naciones Unidas sino que también instó a un compromiso personal en la lucha para la reducción del hambre, que afecta a más de 800 millones de personas de África, Asia y América Latina.
«Uno de los medios que está a nuestro alcance es la reducción del derroche de alimentos y de agua; para ello la educación y la sensibilización social es una inversión tanto a corto como a largo plazo», afirmó el Papa.
Según datos de la FAO, cuya sede se encuentra en Roma, un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician, por lo que hizo un llamado a las nuevas generaciones.
«La falta de alimento y de agua no es un asunto interno y exclusivo de los países más pobres y frágiles, sino que concierne a cada uno de nosotros, porque todos con nuestra actitud participamos de una u otra forma favoreciendo o frenando el sufrimiento de muchos hermanos nuestros», advirtió el pontífice latinoamericano, sumamente sensible a los problemas sociales.