El español Juan Antonio Cruz Serrano representará al Vaticano ante la organización que apoyó el golpe de Estado en Bolivia en 2019
El papa Francisco nombró hoy al español Juan Antonio Cruz Serrano como nuevo observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), ente cuestionado por su rol en la anulación de las elecciones presidenciales en Bolivia de 2019 que derivó en el golpe de Estado.
Cruz Serrano, miembro del servicio diplomático de la Santa Sede desde 2004, asumirá el lugar que dejará vacante monseñor Mark Miles, futuro nuncio apostólico en Benín, informó el Vaticano en un comunicado.
Miles, nacido en Gran Bretaña, fue el primer diplomático vaticano en ser designado observador permanente con dedicación exclusiva a la OEA, cuando en 2019 reemplazó al filipino Bernardito Auza.
La decisión de dar a un representante exclusivo al organismo con sede en Washington significa, según planteó entonces Miles, «una prueba de la importancia que él confiere a los países de las Américas, en general, y a su cercanía con esta Organización, en particular».
La Santa Sede mantiene un Observador Permanente de la OEA desde 1978.
La designación del diplomático vaticano se da en momentos en que países de América Latina mantienen críticas a la gestión del titular del organismo, el uruguayo Luis Almagro, quien fue recibido por Francisco en 2015 y 2016.
Su gestión frente a la OEA quedó altamente cuestionada cuando denunció una «manipulación de votos» en los comicios del 20 de octubre de 2019 en Bolivia que daban al expresidente Evo Morales como vencedor.
La conclusión del ente regional, luego desmentida por un informe del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), derivó en la anulación de los comicios, movilizaciones masivas, disturbios sociales que dejaron más de 30 muertos, y una rebelión militar que obligó a Morales a renunciar, después de 14 años en el poder, y propició la asunción del Gobierno de facto de Jeanine Áñez.
Un año después, los comicios marcaron el retorno al poder del Movimiento al Socialismo (MAS) y se multiplicaron los pedidos de demisión a Almagro.
El Grupo de Puebla y el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) solicitaron a la OEA la remoción del secretario general por el «papel desempeñado en el marco de las elecciones de Bolivia de 2019» y «las relaciones excluyentes que mantiene con otros países del área».
“Después de haber generado todos esos eventos que dieron lugar al golpe de Estado, que provocaron muertos, por supuesto que estoy de acuerdo (con exigir la renuncia)”, coincidió el presidente electo, Luis Arce, en una entrevista con Página 12.
«Debe renunciar porque sus manos están manchadas de sangre», expresó con contundencia Morales, mientras que el propio Almagro defendió las denuncias de fraude hechas por el ente regional en 2019 al asegurar que «no hay paralelismos» con los resultados de los comicios del año siguiente.