Víctor "Tucho" Fernández quedó al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el ente encargado de los juicios canónicos por pederastia
El papa Francisco designó hoy al arzobispo de La Plata Víctor «Tucho» Fernández al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el ente encargado de los juicios canónicos por pederastia, en una tarea que el pontífice consideró «muy valiosa» y para la cual lo animó a elegir caminos diferentes a los «métodos inmorales» que el organismo usó «en otras épocas».
Fernández, de 60 años y arzobispo de la capital bonaerense desde 2018, es el primer argentino en ocupar un cargo de tanta relevancia en la Santa Sede desde la llegada de Jorge Bergoglio y reemplazará desde «mitad de septiembre» al cardenal jesuita Luis Ladaria Ferrer, quien superó el límite de 75 años para los cargos ejecutivos de la Curia, informó un comunicado oficial del Vaticano.
«Como nuevo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe te encomiendo una tarea que considero muy valiosa. Tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan», le dijo el Papa en una carta dada a conocer este sábado junto con la designación.
Según la Constitución «Prediquen el Evangelio», promulgada por Francisco en 2022, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe tiene como función «ayudar al Romano Pontífice y a los obispos a proclamar el Evangelio en todo el mundo, promoviendo y tutelando la integridad de la doctrina católica sobre la fe y la moral, sobre la base del depósito de la fe y también buscando una comprensión cada vez más profunda de esta ante los nuevos interrogantes».
En la órbita del organismo se encuentra también la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores que se dedica a brindar «consejo y asesoramiento, así como proponer las iniciativas más adecuadas para la tutela de los menores y de las personas vulnerables».
Además de Prefecto del Dicasterio, Fernández fue nombrado Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, al tiempo que continuará como miembro del Dicasterio para la Educación y la Cultura.
Según la misiva del pontífice, el Dicasterio «tiene como finalidad central custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan».
«El Dicasterio que presidirás en otras épocas llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos donde más que promover el saber teológico se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente», le expresó el Papa.
La carta con la que acompañó la designación, un hecho inusual para las nóminas pontificias, destacó de forma positiva la trayectoria del obispo argentino.
«Fuiste decano de la Facultad de Teología de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Teología y sos presidente de la Comisión de Fe y Cultura del Episcopado argentino, en todos los casos votado por tus pares, quienes de ese modo han valorado tu carisma teológico», ponderó Jorge Bergoglio al obispo que esta semana estuvo en Roma para participar de distintas actividades.
«Como rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina alentaste una sana integración del saber. Por otra parte, fuiste párroco de Santa Teresita y hasta ahora arzobispo de La Plata, donde supiste poner en diálogo el saber teológico con la vida del santo Pueblo de Dios», añadió Francisco.
Según el Papa, «dado que para las cuestiones disciplinarias -relacionadas en especial con los abusos de menores – recientemente se ha creado una Sección específica con profesionales muy competentes, te pido que como Prefecto dediques tu empeño personal de modo más directo a la finalidad principal del Dicasterio que es guardar la fe».
Estos últimos días, «Tucho» Fernández estuvo con el Papa en el Vaticano y lo reflejó en la red social Twitter con fotografìas: «Compartí una semana con Francisco. Trabaja el día entero, tiene audiencias y reuniones a la mañana y a la tarde. Trabaja más horas que cualquiera en el Vaticano. Lo ven cansado tras 5 horas con cosas densas pero después de la siesta estaba perfecto y feliz», relató.
También acompañó al nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuervo, cuando recibió el palio, ya que asumirá en el cargo el próximo 15 de julio.
«Me sorprendió ver a Francisco tan bien, físicamente mejor que antes. Se nota en signos como el tono de su voz, su claridad para reflexionar y responder, su forma de caminar. Gracias a Dios», contó.
Fernández, autor de numerosos libros y publicaciones y cultor del perfil bajo, fue rector de la UCA desde 2009 hasta su designación en la arquidiócesis platense en 2018.
Había sido nombrado arzobispo de Tiburnia en mayo de 2013 y es uno de los pilares intelectuales sobre los que se ha basado Bergoglio para la escritura de diversos documentos pontificios, como las exhortaciones de 2013 Evangelii gaudium; la de 2016 Amoris Laetitia y la de 2018, Gaudete et exsultate.
«Tucho» fue además ladero del entonces cardenal Bergoglio cuando en 2007 presidió la comisión redactora del documento de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, que los expertos definen como el «inicio conceptual» de su pontificado.
Miembro de la comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina, es licenciado en Teología con especialización bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma, en 1988, y doctor en Teología por la Facultad de Teología de la UCA en 1990.
A fines de 2016, Francisco había designado a Fernández consultor de la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, el organismo que tiene bajo su órbita «todas las Universidades, Facultades, Institutos y Escuelas Superiores de estudios eclesiásticos o civiles que dependen de personas físicas o morales eclesiásticas, así como también, sobre las Instituciones y Asociaciones con finalidades científicas».
En febrero pasado, el Papa lo nombró miembro del nuevo dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, que absorbió a la antigua Congregación para la Educación Católica.
El organismo que encabezará Fernández comprende dos Secciones, la Doctrinal y la Disciplinar, cada una de ellas coordinada por un Secretario que asiste al Prefecto en el ámbito específico de su competencia, con la colaboración del Subsecretario y de los respectivos Jefes de Sección.
La Sección Doctrinal se ocupa de los asuntos relacionados con la promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral, además de promover los estudios destinados a aumentar la comprensión y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización.
Por lo que se refiere a la fe y a la moral, la Sección realiza el examen de los documentos que serán publicados por otros Dicasterios de la Curia Romana, así como de los escritos y opiniones que parezcan problemáticos para la recta fe, fomentando el diálogo con sus autores y proponiendo los remedios adecuados, de acuerdo con las normas de ‘Agendi ratio in doctrinarum examine’.
A esta Sección se le confía la tarea de estudiar las cuestiones relativas a los Ordinariatos Personales instituidos por la Constitución Apostólica Anglicanorum Coetibus.
A la Sección Doctrinal pertenece la Oficina Matrimonial, que fue creada para examinar, tanto de hecho como de derecho, las cuestiones relativas al «privilegium fidei».
La Sección Disciplinar se ocupa de los delitos reservados a la Congregación a través de la jurisdicción del Supremo Tribunal Apostólico allí establecido. Tiene la tarea de preparar y elaborar los procedimientos previstos por el derecho canónico para que la Congregación, en sus diversos órganos (Prefecto, Secretario, Promotor de Justicia, Congreso, Sesión Ordinaria, Colegio para el examen de los recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una correcta administración de justicia.