Las declaraciones de Fulles hacían referencia a Carlos Casalz, uno de los imputados del femicidio de su hija y que ayer fue detenido cuando iba a votar en una escuela de Villa Ballester
El padre de Araceli Fulles, la víctima del femicidio ocurrido en abril de 2017 por el que hoy comenzarán a ser juzgados ocho acusados en los tribunales de San Martín, aseguró que el hombre detenido ayer por amenazar a su esposa y a varios testigos de la causa fue el autor material del asesinato de su hija.
“Al que detuvieron ayer es el que asesina realmente a Araceli, en conjunto con los otros imputados. Él fue quien enroscó el precinto en el cuello para terminar matándola”, declaró Ricardo Fulles, padre de Araceli, al canal de noticias TN en la puerta de los tribunales de San Martín donde esta mañana comenzó el debate oral por el femicidio que tiene a ocho imputados, siete de los cuales llegaron en libertad al juicio.
Las declaraciones de Fulles hacían referencia a Carlos Casalz (39), uno de los imputados del femicidio de su hija, y que ayer fue detenido por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) San Martín cuando iba a votar en una escuela de Villa Ballester.
A su vez, el padre de Araceli comentó que la detención del imputado se había dado luego de que su esposa, Mónica Ferreyra, fuera “amenazada al recibir una foto” en la que aparecía Casalz con un arma.
Si bien el hombre dijo que la intimidación consistió en una foto, su esposa aseguró en diálogo con Télam que se trataba de “un video de 9 segundos” donde Casalz aparecía con una ametralladora.
“Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora. No sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal”, aseguró Ferreyra.
Según explicó el abogado de la familia, Diego Szpigiel, la detención se pidió por “el posible entorpecimiento del juicio que podía generar el imputado, al causarle miedo a los testigos”.
Además, el padre de Araceli sugirió que “Casalz le habría pagado a Darío Badaracco”, quien era el principal imputado y falleció en 2019 en el penal de Sierra Chica tras ser atacado por dos internos, para “enterrar el cuerpo de Araceli” en su casa.
Respecto a la muerte de Badaracco, la madre de Araceli opinó que para ella “no fue una riña de presos”, sino “un encargue, que lo mandaron a callar” porque estaba por declarar en pocos días.
Por otro lado, Ricardo Fulles dijo que la ausencia de su hija, “es inexplicable” y que “cuando pasan casos similares, vuelven los feos recuerdos”.
“Estoy muerto en vida. Araceli para nosotros era el motor de la casa. Todavía la seguimos llorando en silencio. Nos pega muchísimo cuando hay otro femicidio”, expresó conmovido.
Esta mañana comenzó en el Tribunal Oral en lo Criminal 3 (TOC) 3 de San Martín el juicio a ocho imputados por el femicidio de Araceli y todos se encuentran en libertad, a excepción de Casalz.
Los otros siete acusados que llegan al debate oral son Hernán Rodrigo Badaracco (hermano del fallecido Darío), Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos.
Todos ellos están imputados de «homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas», delito que prevé la pena de prisión perpetua.
El tribunal está conformado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio, mientras que la fiscal a cargo del debate es Mariana Piwarczuk.
Voceros judiciales precisaron que a lo largo del debate comparecerán entre 150 y 300 testigos, y se prevé que el mismo se extienda hasta el 7 de octubre.
Araceli (22) fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco (31), ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín, en el noroeste del conurbano.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: «Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa».
Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
La autopsia determinó que la joven murió por «asfixia mecánica» por «estrangulamiento a lazo» con un elemento compatible con precintos plásticos.