En esta jornada en la que la Iglesia católica celebra la fiesta del primer mártir de la Historia, San Esteban, el Pontífice recordó a los miles de personas que son perseguidas en el mundo por su fe cristiana
«Encomiendo también a la intercesión del primer mártir la petición de paz para los pueblos devastados por la guerra. Los medios de comunicación nos muestran lo que produce la guerra: hemos visto Siria, vemos Gaza, pensemos en la Ucrania mártir: ¡un desierto de muerte! ¿Es eso lo que queremos? ¡Los pueblos quieren la paz! Oremos por la paz, luchemos por la paz», postuló el Pontífice según informó la agencia de noticias Europa Press.
En esta jornada en la que la Iglesia católica celebra la fiesta del primer mártir de la Historia, San Esteban, el Pontífice recordó a los miles de personas que son perseguidas en el mundo por su fe cristiana.
«Hoy, 2.000 años después, vemos tristemente que la persecución continúa: hay persecución de cristianos, sigue habiendo y son muchos quienes sufren y mueren por dar testimonio de Jesús, como también hay quienes son penalizados a diversos niveles por comportarse de forma coherente con el Evangelio, y quienes luchan cada día por mantenerse fieles, sin aspavientos, a sus buenos deberes, mientras el mundo se ríe de ellos y predica otra cosa», puntualizó.
Por esto, Francisco invitó a plantearse algunas cuestiones: «¿Me intereso y rezo por quienes, en diversas partes del mundo, siguen sufriendo y muriendo por la fe? ¿Intento dar testimonio del Evangelio con coherencia, mansedumbre y confianza? ¿Creo que la semilla del bien dará fruto, aunque no vea resultados inmediatos?».
Además, bajo el signo del testimonio de san Esteban, expresó su acompañamiento «a las comunidades cristianas que sufren discriminación» y les pidió que «sigan siendo misericordiosos con todos y luchen pacíficamente por la justicia y la libertad religiosa».