Ciudad

El padre Ignacio celebró un nuevo Vía Crucis sin fieles y con transmisión televisiva desde su templo


Por segundo año consecutivo, la tradicional ceremonia de Semana Santa se realizó sin la multitudinaria peregrinación. El sacerdote transmitió un mensaje de esperanza y unidad desde la parroquia Natividad del Señor.

El padre Ignacio Peries volvió a celebrar este Viernes Santo su emblemático Vía Crucis desde la parroquia Natividad del Señor, en el barrio Rucci de Rosario, pero sin la presencia de fieles ni la tradicional peregrinación que durante décadas convocó a más de 300 mil personas de distintos puntos del país y del exterior. Por segundo año consecutivo, la ceremonia se desarrolló de forma virtual a través de streaming y canales de televisión, con una puesta en escena cuidada y acompañada por música y oraciones.

A lo largo de las 14 estaciones del camino de Jesús, el padre Ignacio fue relatando pasajes bíblicos, rezó por los más necesitados, los ancianos, los niños y los hogares, y dejó varios mensajes sobre el valor de la fe y la necesidad de recuperar la unidad en las familias y en la sociedad. “El desorden, la falta de respeto y amor está destruyendo la fe entre nosotros”, expresó en una de sus primeras intervenciones.

Durante la ceremonia, que duró más de dos horas y media, se repitieron oraciones como el “Padre Nuestro”, el “Ave María” y el “Credo”, mientras músicos solistas, dúos y grupos pusieron el marco sonoro a cada estación. En la estación 11, el sacerdote recordó el sufrimiento de Cristo de forma “inocente” y destacó que “nunca es tarde para perdonar”. En la siguiente estación, cuando Jesús muere en la cruz, sostuvo que “enseñó cómo sembrar el amor”.

En uno de los pasajes más emotivos, el sacerdote compartió una anécdota de la vida de Mahatma Gandhi, cuando robó una cadena de oro a su padre, se arrepintió y le escribió una carta. El padre rompió la carta y le respondió que su sinceridad valía más que cualquier cosa.

Ya en el cierre del Vía Crucis, parado frente al templo, el padre Ignacio dejó un mensaje final de esperanza: “El Vía Crucis termina, pero Jesús sigue en nuestra vida cotidiana; vamos a pedir que nunca nos abandone”. Luego puso en oración a la Argentina, a Santa Fe, a Rosario y a todos los hogares, para que, con la bendición de Dios, “podamos encontrar esperanza”.

Sin el contexto de emergencia en seguridad que el año pasado motivó una virtualidad forzada, el sacerdote eligió nuevamente este formato para la ceremonia, transitando las estaciones de Jesús sin el acompañamiento físico del público, pero con la misma profundidad espiritual que caracteriza su mensaje.