Policiales

El nuevo juez rechazó pedido de la defensa de Nahir Galarza para enmarcar en «violencia de género» el crimen de Pastorizzo


 

El nuevo juez de la causa por el crimen del joven Fernando Pastorizzo,
cometido el 29 de diciembre pasado en la ciudad entrerriana de
Gualeguaychú, rechazó esta tarde un pedido de la defensa de la detenida
Nahir Galarza para calificar el hecho como un «homicidio en ocasión de
violencia de género», informaron fuentes judiciales.
La decisión la tomó el magistrado Mario Andrés Figueroa, quien hoy
reemplazó a su par Guillermo Biré por motivos vinculados a la organización
de los turnos durante la feria judicial.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el nuevo juez rechazó un pedido
de la defensa de Nahir (19) para cambiar la carátula de la causa de
«homicidio doblemente agravado por el vínculo y el uso de arma de fuego» a
«homicidio en ocasión de violencia de género».
Los mismos voceros indicaron que el magistrado Figueroa tampoco hizo lugar
a la solicitud de nombrar como «auxiliar» de la defensa a Jorge Zonzini,
encargado de las relaciones con los medios de comunicación designado por la
familia Galarza.
Respecto del cambio de carátula, una fuente con acceso al expediente
explicó que es «técnicamente imposible» ya que Nahir figura como imputada y
no víctima, y no se puede acusar por violencia de género cuando una mujer
es la sospechosa en una investigación.
«Si la mujer fuera víctima en la causa, ahí sí se puede acusar por
violencia de género», explicó el vocero consultado que aclaró que tanto la
calificación actual como la que pretendía la defensa tienen «la prisión
perpetua» como pena en expectativa.
El mismo informante también aclaró que en este caso, el supuesto victimario
de la violencia de género (por Fernando) murió, por lo que se extinguió
cualquier acción penal en su contra.
Y, por último, el juez entendió que los cambios de carátula se tratan en la
audiencia de elevación a juicio de la causa, no en esta etapa del proceso,
agregaron los voceros.
En tanto, el fiscal de la causa, Sergio Rondoni Caffa espera para la semana
próxima los resultados de los exámenes toxicológicos y el análisis
microsćopico del «anillo de fish».
El primero de ellos revelará si había en el cuerpo de Fernando (21) alguna
sustancia tóxica, mientras que el segundo procura determinar el ángulo y la
distancia con la que efectuaron los dos disparos que le provocaron la
muerte.
Mientras que los peritos tecnológicos continuaban esta tarde analizando los
más de cien mil mensajes de Whatsapp que intercambiaron Nahir y Fernando y
estos en sus grupos de amigos en busca de elementos describan el tipo de la
relación que había entre amos jóvenes.
Ayer, el fiscal Rondoni Caffa como Rubén Virué, uno de los abogados
querellantes, se refirieron a la versión de los disparos accidentales que
brindó Nahir en su tercera declaración, la segunda como imputada.
«La defensa que ensaya (Nahir) es perfectamente legítima, ella puede
declarar lo que le parezca las veces que quiera, pero lo que relata carece
de verosimilitud, fundamentalmente por el hecho de que tratándose de un
arma semiautomática, con doble seguro, el doble disparo accidental parece
como absolutamente imposible», dijo Virué.
Mientras que Rondoni Caffa sostuvo que esta nueva versión de Nahir no lo
«sorprendió» y que tampoco «aportó un cambio sustancial» al rumbo de la
investigación.
Según consta en el expediente, el crimen fue cometido cerca de las 5 del 29
de diciembre último, en la vía pública de Gualeguaychú, donde a Fernando lo
hallaron en estado de agonía, con un tiro en la espalda y otro en el pecho,
y su moto y dos cascos tirados a su lado.
El joven murió poco después y si bien Nahir primero declaró como testigo y
dijo que había visto por última vez a su ex novio la noche anterior, luego
se fueron sumando pruebas que derivaron en que la chica terminara
presentándose a la Justicia y confesara el crimen.
Tras su confesión, Galarza fue internada en la sala 1 de Psiquiatría del
Hospital Centenario por su estado de shock, y luego trasladada a una celda
de la Comisaría del Menor y la Mujer, donde cumple la prisión preventiva
por 60 días dispuesta por el juez Biré, quien desestimó un pedido de la
defensa para que cumpla una prisión domiciliaria, con tobilleras.
No obstante, el pasado martes la acusada amplió su indagatoria y dio otra
versión del hecho al asegurar que los dos disparos con los que mató a la
víctima fueron «accidentales» y que en la primera declaración como imputada
mintió porque tenía miedo que culpasen a su padre policía que era el dueño
del arma homicida.
En esa tercera declaración, la joven aseguró que esa noche discutió en
varias oportunidades con Fernando, que éste la golpeó y la agarró de los
pelos, y que fue él quien tomó de la heladera el arma calibre 9 milímetros
de su padre y se la llevó.
Además, dijo que en medio de la discusión, el joven le gatilló el arma en
el estómago porque tenía celos y, luego, sobre el crimen relató que los
disparos se efectuaron accidentalmente cuando Fernando realizó una mala
maniobra con la moto en la que la llevaba a ella a la casa de su abuela.