Benjamín es un nene de 8 años, que el sábado pasado esperaba junto a sus compañeritos para jugar un partido de fútbol en el club Pablo VI, de la zona oeste. Nadie imaginaba lo que iba a suceder, alrededor de las 14, de un momento a otro. El chico estaba tendido en el piso: lo había alcanzado una bala perdida. Fue trasladado por el papá de un amigo al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde le practicaron dos cirugías y quedó internado en estado reservado.
Sus papás se mantienen haciendo guardia desde el sábado en la puerta del nosocomio. “Estamos esperando el parte médico de las 8.30”, afirmó Javier, el papá de Benjamín, en las primeras horas de esta mañana al móvil de Radio 2. “El último parte de anoche, entre lo malo, fue favorable. Él está estable, está dormido. No hubo ningún sobresalto. Va evolucionando, de a poquito”, agregó.
Mientras tanto, Soledad, la mamá, contó que hace dos días que duermen en su auto, instalado en la puerta del Vilela. Aclara que desde el hospital le brindan todo lo que necesitan para quedarse, pero que ellos deciden esperar en la tranquilidad y la intimidad de su vehículo.
En relación al parte médico del menor, Javier explicó que “el hematoma” en el cerebro, donde ingresó el proyectil, “se está achicando”. Y su esposa añadió: “Está alojada en la zona de la nuca, no corre riesgos. Lo principal era descomprimir el cerebro”.
Al ser consultados sobre qué ayuda necesitan, el matrimonio afirmó que su hijo está en mano de los médicos y de Dios. “Que nos manden mucha luz, es lo único que necesitamos. Dios tiene la última palabra. Estamos con toda la fuerza para salir adelante”, finalizó Soledad.
Niño herido por bala perdida se encuentra estable tras dos cirugías