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El Museo de Arte Moderno de Nueva York reabrió sus puertas 


Con límite de visitantes y estrictas medidas de seguridad, por la pandemia del coronavirus

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) reabrió sus puertas, después de casi seis meses, con medidas estrictas que contemplan la visita de solo 100 personas por hora y un despliegue de tecnología para posibilitar que no haya contacto físico alguno durante el registro de seguridad.

«Hemos pensado durante mucho tiempo y de manera cuidadosa cómo volver a dar la bienvenida a los visitantes de la manera más segura posible, pero también de la manera más acogedora posible», explicó a la agencia de noticias EFE la directora del Departamento de Contacto con el Visitante, Sonya Shrier.

En ese sentido, aseguró que se comprueba «la temperatura de todos los visitantes con tecnología que evita el contacto» y señaló que utilizan «un scanner de seguridad para las bolsas sin contacto».

Los visitantes del MoMa, reabierto desde ayer, deben llevar puesta una mascarilla de forma permanente y respetar la distancia de seguridad, al igual que todo aquel que quiera recorrer las galerías del Museo Metropolitano de Nueva York (Met), que empezará a recibir al público general el sábado, pero que este jueves ha comenzado a admitir a todo aquel que paga una membresía de la institución.

«Creo que el mayor factor que controlará la situación es el límite de ocupación. Nosotros solíamos recibir a unas 15.000 personas al día, y ahora vamos a tener unas 100 personas por hora», cuenta la representante del MoMA, sobre la nueva modalidad de funcionamiento del museo que abrirá, por el momento, menos de 8 horas cada jornada.

El Met, que hasta su cierre en el mes de marzo venía recibiendo a unas 20.000 personas al día, también tuvo que rebajar su ocupación al 25 %, como marcan lar normativas impuestas, y por lo tanto también sus ingresos.

Ambos museos desplegaron por sus pasillos carteles que recuerdan los dos metros de distanciamiento, la capacidad limitada de los baños y de los ascensores, las escaleras que se pueden usar sólo en una dirección y las marcas en el suelo que indican dónde se debe situar cada uno cuando espera en una fila, mientras que la distribución de dispensadores de gel hidroalcohólico marcan la necesidad de mantener las manos limpias.

Debido a la pandemia, el MoMA anunció un recorte de presupuesto de 45 millones de dólares, mientras que el Met informó en su rueda de prensa virtual de apertura que prevén unas pérdidas de 150 millones de dólares.