Las restricciones que rigen en muchos países, sobre todo en gran parte de Europa, hicieron que la gente no pueda celebrar como en años anteriores. Abundaron los barbijos y la distancia social
La celebración de la Navidad alrededor del mundo fue atípica, con poca gente en las calles y personas con barbijo, en el marco de la pandemia de coronavirus. En Europa las restricciones hicieron que el festejo no sea el de otros años.
En varios países hubo medidas preventivas y aunque en muchos no hay confinamiento, igualmente se le pidió a la gente cuidarse y mantener el distanciamiento.
Muchas de las actividades tradicionales cambiaron su dinámica -como misas o celebraciones religiosas con menos personas- o directamente se cancelaron para evitar las aglomeraciones.
Además, la gente no carga el humor de otros años y algunos sostienen que no hay nada para celebrar, ya que sus pensamientos están con las víctimas de Covid-19.
«Las fiestas de este año para nosotros, al igual que para todos ellos, tienen un tono diferente, y un poco menos festivo, eso está claro. Incluso la planta, que suele estar más adornada, no hemos tenido tiempo de decorarla», dijo a Euronews Junie Caron, una médica francesa de urgencia.
«No quiero comprar mucho este año porque estoy muy triste por la pérdida de mi cuñado, que murió de Covid. Trabajaba como médico y murió mientras por cumplir con su deber. He venido (a comprar) para distraerme un poco. Pero para mi no es Navidad porque mi cuñado murió, pero también porque otros muchos han perdido la vida», sumó una señora en el centro de Roma.
Si bien muchos se vistieron de Papa Noel y salieron a las calles, los espacios públicos de las grandes ciudades se vieron limitados, a pesar de que fueron decorados con luces navideñas.
La celebración varía en cada cultura y cada región del planeta, pero todas están marcadas por el riesgo de rebrote de coronavirus y la amenaza de aislamiento forzado como sucede en estas fiestas en gran parte de Europa.