Cada 12 de agosto, desde 2012, se celebra el Día Mundial del Elefante (World Elephant Day). La iniciativa surgió para que esta fecha se convierta en un día de concientización y sirva para recordarle a la población el peligro que enfrentan estos mamíferos de extinguirse si no se hace algo al respecto.
En la última década, el número de elefantes se redujo en un 62%. Cada 15 minutos, uno de estos animales es asesinado en manos de cazadores furtivos para quedarse con sus colmillos y comercializar el marfil. Para que puedan sobrevivir y dejen de estar en un latente peligro es indispensable que se reduzca la demanda de este material.
Desde 2011, se mueren más elefantes de los que se pueden reproducir, por lo que la amenaza de extinción es muy alta. Los elefantes con grandes colmillos son los principales objetivos y su número se ha reducido a menos de la mitad de las hembras.
El trabajo que se realiza para la conservación de la especie es cada vez mayor, aunque no suficiente para asegurar su preservación. Se realizan monitoreos de las manadas, relocalizaciones en los casos que se necesita y hasta existen orfanatos para aquellas crías cuyas madres han sido asesinadas en manos de los cazadores. Los pequeños son reinsertados a su hábitat una vez que tienen la edad suficiente.
El 12 de agosto tiene, principalmente, como finalidad la divulgación de información correspondiente al estado en que se encuentran los elefantes para así generar conciencia. Además, lo que se pretende es que el ciudadano común sepa actuar de una manera responsable.