Gremiales

El movimiento obrero tendrá un papel clave en las próximas elecciones en Santa Fe


El gremialismo peronista buscará tener representantes en la Cámara de Diputados y en los Concejos de los municipios

Las elecciones asoman en el horizonte y el movimiento obrero tendrá un papel clave en la provincia de Santa Fe. Es que el gremialismo peronista santafesino quiere recuperar el protagonismo electoral que supo tener en otras épocas. La iniciativa se acordó en un encuentro de la CGT local y cuenta con el apoyo de unas ochenta organizaciones sindicales.

“En los últimos años nos quedamos en la discusión de lo que la política nos baja en lugar de aportar a la construcción de políticas”, dijo el titular de las 62 Organizaciones Peronistas de Rosario, Marcelo Ciordia, para explicar la decisión.

Los gremios se fijaron como objetivo tener bancas propias en la Legislatura provincial y en los Concejos municipales. Y para intentar conseguirlas plantearon dos opciones: acordar con sectores internos del PJ e integrarse a sus listas o presentarse con listas propias en las próximas elecciones. “Vamos a ir a las Paso; es volver a un camino que tiene historia, y también una forma de ampliar la trinchera para que la representatividad no sea solo desde lo gremial sino que cuando los gobiernos quieran llevarse puesta alguna ley de los trabajadores, además de estar movilizados en las calles, también estemos defendiendo esos derechos desde las bancas”, sostuvo el dirigente.

Son alrededor de ochenta gremios de la provincia que se encolumnan detrás de esta movida, que le permite a la CGT recuperar iniciativa política fuera de su ámbito después de muchos años. Camioneros, Luz y Fuerza, Empleados de Comercio, UOM, Uocra, UPCN, Obras Sanitarias, Smata, Garagistas, Alimentación, Aduanas, Calzado y Correos, entre otros, son los que avalan la estrategia.

En el caso de llegar a la Legislatura provincial, los representantes gremiales establecieron prioridades. Ciordia cuenta que entre ellas están “rediscutir el rol del Ministerio de Trabajo” y abordar la cuestión del trabajo no registrado, “porque ese trabajador para muchas cosas es una especie de desaparecido social”.

De todos modos, el dirigente –que además de liderar las 62 Organizaciones es secretario de Relaciones Internacionales del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (Supara)– aclara que “la idea es plantear también otras miradas” y se enfoca en el transporte público. “Lo entendemos como mucho más que un colectivo que te lleva al trabajo. Hace a la prevención de la seguridad, a la producción, a que dejes de usar un vehículo propio y se mejore la accidentología, ya que la mayoría de los accidentes se producen en bicicletas y motos. No entendemos el transporte público sólo desde la rentabilidad sino como un tema estratégico”.

El movimiento obrero siente que desde la política se fue postergando su presencia en las listas y la estrategia electoral. “Queremos retornar a que nuestras organizaciones gremiales sean parte de la democracia a través de la participación en los legislativos, como fue históricamente en el peronismo. En este momento eso no sucede; aunque sí vamos a encontrar que algunos legisladores son de extracción gremial. Y no cabe duda de que el compañero que ocupa ese lugar a través de una organización política va a tener una posición adecuada, pero no reporta a la organización gremial”.

En el Congreso de la Nación se refleja esa situación: la mayoría de los ocho diputados nacionales de extracción sindical del Frente de Todos (Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Claudia Ormachea, Carlos Cisneros, Hugo Yasky, Pablo Carro, Claudio Vidal y Carlos Ponce) llegaron a sus bancas en representación de agrupaciones vinculadas al kirchnerismo y a ellas reportan.

En Rosario la situación es similar. Solamente la concejala Silvana Teisa representa al gremialismo peronista. Y, en realidad, asumió su banca cuando se produjo la renuncia de Eduardo Toniolli, que había sido electo diputado nacional. Teisa proviene de la UOM y en el momento de la jura lo hizo por el “movimiento obrero y por una ciudad más justa”. La dirigencia cegetista y de las 62 ya decidió que la respaldará “total y absolutamente” si va por un nuevo período en el Concejo municipal.

Tal vez por eso, el secretario general de Obras Sanitarias, Silvio Barrionuevo, consideró “sumamente necesaria” la organización política de los gremios. “La realidad de hoy no solo amerita que el movimiento obrero se una y se involucre de lleno en política sino que es una obligación de todos los dirigentes participar activamente en política”. Para Barrionuevo, este camino que ha decidido el gremialismo de la provincia “es lo mejor que le puede pasar a los trabajadores”. En la CGT todavía no se habló de nombres para encabezar las listas.

Los gremios están dispuestos a hablar con todos los sectores internos del PJ, aunque admiten que “a veces son ellos los que no quieren hablar con nosotros”. Por eso no ocultan su desencanto, aunque sin dar precisiones ni nombres propios. “Si bien los compañeros nos buscan antes de las elecciones para pedir el apoyo de nuestras organizaciones, cuando son electos la propia política los fagocita y nosotros quedamos de lado”, dice Ciordia. “Se pierde de vista que una sociedad debe albergar expresiones genuinas con dirigentes naturales de todos los sectores, que representen a su propia base”.

Ciordia –ungido vocero por sus pares de la CGT en este tema– aclara que la decisión del movimiento obrero de ir a elecciones es “en defensa propia” y si bien le preocupa un eventual retorno de Juntos por el Cambio al gobierno, advierte que ahora los trabajadores no la están pasando bien. “Para los trabajadores este ya es un mal escenario, independientemente del gobierno de turno. Creemos que con JxC puede empeorar. Hoy estamos preocupados, más allá de la voluntad y de la decisión política del gobierno. En los últimos dos años de Macri la caída del salario fue del 17 por ciento, y ahora es del 3 por ciento, y hubo una recuperación de la producción mientras que antes se destruyó el aparato productivo. No estamos bien, pero hay diferencias entre un gobierno y otro. El modelo económico global impone la acumulación, la concentración y la exclusión”, concluyó.