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«El milagro del Río Hudson»: un amerizaje que pudo terminar en tragedia


Un día como hoy, pero del 2009, sucedió el amerizaje de un avión en el río Hudson, Nueva York, pilotado por Chesley Sullenberger. Hecho que años más tarde fue plasmado en la pantalla grande

Un día como hoy, pero del 2009, sucedió el amerizaje de un avión en el río Hudson, Nueva York, pilotado por Chesley Sullenberger. Hecho que años más tarde fue plasmado en la pantalla grande

El vuelo 1549 de US Airways (AWE1549) despegó el 15 de enero de 2009 del Aeropuerto La Guardia en Nueva York con destino el Aeropuerto Internacional de Charlotte, en Charlotte (Carolina del Norte); después iría al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, en Sea Tac. El Airbus A320 amerizó en el río Hudson. Todos los pasajeros fueron rescatados.

Se lo ha descrito como «el milagro del Río Hudson». La tripulación del vuelo 1549 fue condecorada con la Master’s Medal del Guild of Air Pilots and Air Navigators. La justificación de la entrega del premio rezaba «Este amerizaje y evacuación forzosos, sin pérdidas de vidas, fue un logro heroico y único en la historia de la aviación».​ El incidente fue calificado por la NTSB como «el amerizaje más exitoso de la historia de la aeronáutica».

El avión había despegado del Aeropuerto La Guardia a las 3:11 p.m. hora local con 150 pasajeros y cinco tripulantes.​ A menos de dos minutos de vuelo y en plena maniobra de ascenso, a una altura de 850 m, el Airbus 320 fue impactado de frente por una densa bandada de gansos canadienses dañando ambos motores y dejándolo sin propulsión. El comandante Chesley Sullenberger y su copiloto Jeff Skiles, mantuvieron la calma profesional y empezaron a analizar rápidamente la situación consultando los protocolos de emergencia. Ambos motores estaban apagados y al no poder reiniciarse, los pilotos declararon la emergencia a la torre de Control de La Guardia para intentar regresar a dicho aeropuerto o una alternativa. 208 segundos después del impacto el avión viró a la izquierda en dirección a dos probables aeropuertos alternativos (el más cercano era Teterboro), con la autorización de la torre de La Guardia que había suspendido todos los despegues en la zona; sin embargo el Airbus perdía altura rápidamente, superando por sólo 300 m el puente George Washington, por lo cual el Comandante tomó la decisión de amerizar sobre el río Hudson ejecutando una maniobra llamada “ditching ”. El descenso fue constante, se preparó a la tripulación y pasajeros para esta maniobra, y en el último instante la tripulación pudo levantar el morro del avión con lo cual el acuatizaje tuvo lugar suavemente.

El avión tuvo que amerizar en las heladas aguas del río Hudson, cerca de la Calle 48 en Manhattan, Nueva York,​ cerca del Museo Intrepid Sea-Air-Space, donde se encontraban muchos ferris y remolcadores del NY Waterway, los cuales participaron en el rescate por haber sido advertidos mediante la Guardia Costera.​ En el instante de la caída del avión, la temperatura ambiente en las proximidades del río Hudson rondaba los 20 grados F (-6 grados C).

La investigación rutinaria realizada por la National Transportation Safety Board (NTSB) en conjunto con la Federal Aviation Administration (FAA) fue un nuevo desafío para Sullenberger y Skyles, ya que arriesgaban perder sus licencias, reputación y pensiones si las decisiones tomadas no hubieran sido las adecuadas. Videos de simulación realizados por dos simuladores diferentes revelaron que de haber virado inmediatamente después del impacto, el Airbus 320 podría haber alcanzado con éxito relativo los aeropuertos alternativos; pero Sullenberger declaró que ya que se perseguía el error humano había que considerar el factor humano en el tiempo de respuesta ante ese tipo de emergencia. Se introdujo el tiempo de respuesta en la comprobación de emergencia en los videos de simulación y favorecieron ampliamente a los testimonios y decisiones tomadas en cabina de Sullenberger y Skyles. ​Finalmente comprobados los severos daños en ambos motores extraídos, la directiva conjunta declaró que Sullenberger y su tripulación fueron un factor extraordinario que contribuyeron a evitar una catástrofe.

El comandante Sullenberger fue encarnado por el actor Tom Hanks en la película «Sully» dirigido por Clint Eastwood en 2016.