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El milagro de los Andes: 72 días en la cordillera más larga del mundo


En 1972 un grupo de uruguayos sufrió la Tragedia de los Andes. "Cada uno tiene su cordillera", dijo Roy Harley, uno de los 16 sobrevivientes en exclusiva a CLG

 

Por Gonzalo Santamaría

“Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?”

Fueron las primeras palabras de un grupo de uruguayos que pudieron escribir luego de 72 días de haber estados perdidos en el medio de la cordillera de Los Andes. El mensaje de Roberto Canessa, lo encontró el arriero Sergio Hilario Catalán Martínez, de aquel entonces 44 años. Hoy en 2019, con 91 años, apenas reconoce a esos 16 hombres que fueron rescatados gracias a su ayuda.

La tragedia de los Andes ocurrió un día como hoy hace 47 años. Pero la historia comenzó el jueves 12 de octubre de 1972, cuando un avión salía de Uruguay cargado de un plantel de rugby de Old Christians provenientes del colegio Stella Maris, cuarenta y cinco pasajeros embarcaron con destino a Chile para jugar un partido amistoso contra Old Boys de Santiago de Chile.

Todo iba bien; sin embargo, el viernes 13, hubo un cambio de suma importancia: la dirección y sentido de los vientos cambiaron de modo que el avión pudo ver reducida su velocidad de crucero. Luego de una serie de movimientos bruscos, la nave quedó de cara a una cumbre de 4400 metros de altura a la cual no pudo esquivar.

Del total de pasajeros trece murieron en el accidente o poco después, cinco más desistieron en los primeros días y los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a condiciones que alcanzaban los 27° bajo cero.

Setenta y dos días pasaron en la cordillera sin comunicación, sin que nadie los ubique, en condiciones extremas y con escasos recursos. En el transcurso de esos días, 11 personas no lograron superar las adversidades. 16 pudieron salir de las penumbras de la cordillera más larga del mundo.

Casi cinco décadas de ese trágico hecho que estuvo presente a nivel mundial. Los 16 sobrevivientes, junto al equipo chileno, siguen recordando esa fecha y este año, como suele pasar en los años impares, el partido que nunca se pudo jugar se disputa en Uruguay.

Dieciocho libros, cinco películas y miles de charlas de los sobrevivientes mantienen prendido el recuerdo de aquellos días llenos de incertidumbre y desolación.

CLG recordó esta fecha junto a Roy Alex Harley Sánchez, rugbier sobreviviente del milagro de Los Andes.

Para nosotros es una fecha más, jugamos el partido que nunca pudimos jugar”, manifestó en sus primeras palabras con gran emoción, además reveló que el encuentro viene creciendo y además de los jugadores veteranos, también hay encuentros entre la primera de ambos clubes y partidos de fútbol y hockey.

Roy rememoró la última juntada entre los sobrevivientes donde eran ocho y en ella siguen recordando aquellos días de incertidumbre. Pero lo que más contempló, de ese 1972, fue su “salida” el 23 de diciembre: “Estaba muy débil, pesaba 38 kg, y estuve 15 días tratamientos intensivos en clínica Santa María”. Luego, se recuperó, comenzó a estudiar ingeniería y en mayo ya había vuelto a las canchas, “Fue muy rápido el proceso”, sostuvo.

Es una historia que nosotros nos gusta, nos sentimos orgulloso, me siento afortunado de tener la oportunidad de vivir una experiencia”, expuso con mucha seguridad Sánchez y agregó: “Estamos vivos para contarla, muchos no pudieron salir, pero no lo miramos como una tragedia sino como algo lindo. Obvio que fue muy duro, se murieron mis mejores amigos, pero no lo vemos como una desgracia”, textuales palabras del sobreviviente que en 1972, apenas tenía 20 años.

Roy Sánchez aseguró que la magnitud de la eventualidad estuvo siempre presente y se acordó del mensaje del papa Pablo VI. “Que seas un deportista nos ayudó a esas situaciones difíciles”, puntualizó.

Este 2019 se cumple el aniversario número 47 de la tragedia, pero sin dudas la celebración más emotiva fue la de los 30 años. “Fue algo muy lindo. Hicieron una llegada con los mismos helicópteros que nos habían rescatado”, rememoró y remarcó la relación con los jugadores chilenos que significa asados de camaradería, deporte y amistad.

Roy trabajó en una reconocida empresa de pinturas en Argentina, hace más de 10 años es abuelo y lo vive a pleno, disfruta de ir a ver a su nieto más grande jugar al rugby. “Es espectacular ser abuelo, todos saben la historia, la conocen y se sienten orgulloso de su abuelo”, contó y al mismo tiempo la sonrisa se formaba en su rostro.

Canessa, Zerbino y Harley, tres sobrevivientes que siguen jugando el partido que no pudieron jugar en 1972

Identificado

En 1972 el avión que llevaba a Roy Harley y cuarenta y cuatro personas más cayó en la Cordillera de los Andes. Con el mundo atento a las novedades que llegaban del cono sur de América, los sobrevivientes sintieron la intensidad del hecho.

45 años después, en Argentina se volvería a prender las alarmas ante una tragedia, el submarino Ara San Juan desaparecía con 44 tripulantes. «Me sentí identificado por la desgracia de estos chicos que estaban en un tuvo de metal igual que nosotros y quedaron encerrados sin poder salir«, manifestó Roy Harley y con mucha emoción agregó: «No sabían donde estaban ni lo que les pasó».

El mismo reconoce que en su país no es “de los más reconocidos”, ya que eligió la actividad privada y en los últimos años se animó a salir a dar charlas relacionadas a su experiencia como ingeniero y lo vivido en Los Andes. Sin embargo, relató con gracia y emoción cuando ingresó a un museo en Argentina y la guía lo reconoció: «¿Usted es Roy Harley?, me dijo«.

Pasaron 47 años y ya nos estamos poniendo mayores y el tiempo te va curtiendo”, afirmó y ese fue uno de los motivos para salir a dar charlas. “Hoy mis objetivos son mi familia, mis nietos y disfrutar de la vida”, completó.

Desde 2014 comenzó a realizar estos encuentros donde puntualiza en el trabajo en equipo, la superación, los roles y la adaptación.

Hay mucha gente que tiene sus cordilleras y que las sufre en silencio”, subrayó Roy Harley, también expuso que hay peores que las sufridas por el grupo de uruguayos y contó cómo es el final de una disertación. Él elige proyectar una foto del grupo, desnutridos y en condiciones deplorables, junto una foto tres décadas después del accidente con todas las familias donde era 192 personas.

Todos aquellos que tengan su cordillera, que la sufren en silencio, cuando miren esa foto espero que tengan esperanzas de que la vida se puede rehacer y recomponer”, cerró Roy Harley, sobreviviente de la tragedia de los Andes.

Con el fuego olímpico

El sobreviviente de la Tragedia de los Andes continuó su vida como ingeniero, sin dejar el deporte de lado pero profesionalizándose en sus estudios. Fue entonces como en 2009 llegó a Alba Pinturas y se mantuvo durante cinco años. Allí se le prendió la llama olímpica.

«Fuimos a una conferencia y en el cierre habló Quique Wolff», relató Roy que quedó fascinado con las palabras del ex jugador de fútbol que llevó la antorcha olímpica en 2012. «Cuando terminó lo fui a buscar porque había soñado toda la vida con eso y me dijo que me postule», agregó.

Al regreso a Uruguay comenzó la pelea que, según Harley, le «costó muchísimo» por los «celos» en el comité olímpico. «Al final lo logré porque en la vida hay que ponerse objetivos muy grandes», expresó.

«Si peleas lo logras, fui el único uruguayo que llevé la antorcha de los Juegos de Río 2016«, sentenció y recordó el grato momento que pasó junto a su familia en Florianopolis y el posterior regalo de la antorcha para sus nietos.

Mundial de Japón 2019

Roy Harley, con la experiencia de haber jugado con la ovalada, se animó a anilizar el desempeño de Los Teros en el Mundial. «Tuvimos una gran victoria, pero quedamos agotados de Fiji. Fue una gran hazaña, los chicos tuvieron muchas ganas y actitud«.

Desde aquel 1972 al 2019 el crecimiento del rugby fue marcado, manifestó Harley y apenas los «siete u ocho equipos» de ese entonces hoy se ven replicados en grande. «También se juega en las cárceles», contó.