El médico Lino Villar Cataldo fue declarado hoy por un jurado popular no culpable de haber asesinado a balazos a un delincuente que en 2016 lo asaltó en su consultorio de la localidad bonaerense de Loma Hermosa, al considerar que actuó en su legítima defensa.
Los 12 jurados, presididos por una mujer que esta tarde leyó el veredicto en los tribunales de San Martín, coincidieron en absolver al médico de los delitos de «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego» por el que fue acusado por la querella, y «homicidio con exceso en la legítima defensa» que pretendió imponer la fiscalía.
Minutos después de conocerse el fallo, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich afirmó en la red social Twitter que el fallo del jurado popular fue «un verdadero acto de Justicia» y aseguró que «desde el primer día se sostuvo que el Estado lo iba a cuidar, y este fallo da cuenta de que estamos acá para proteger a la víctima, no al victimario».
El jurado popular absolvió al médico Villar Cataldo: es un verdadero acto de Justicia. Desde el primer día sostuve que el Estado lo iba a cuidar, y este fallo da cuenta de que estamos acá para proteger a la víctima, no al victimariohttps://t.co/EAjgFbIhOb
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 25, 2019
Villar Cataldo (65) se retiró del edificio judicial situado en Ricardo Balbín 1753 a toda velocidad, sin hacer declaraciones a la prensa, mientras que su hermano César afirmó que se hizo «justicia» y que su hermano «no hizo nada mal».
Este testimonio coincidió con el que dio el abogado defensor del médico, Diego Szpigiel, quien señaló que «el jurado popular le dio una señal a los magistrados» de que «nunca deben dejar de ver los hechos» y que la sentencia «sin lugar a dudas va a marcar jurisprudencia».
Por su parte, Silvia, la madre del delincuente muerto Ricardo «Nunu» Krabler (24), sostuvo, indignada, que quien se acerque al médico «es muerto seguro» ya que a su criterio, Villa Cataldo «va a seguir matando».
La audiencia de hoy había comenzado cerca de las 9 con el alegato de la fiscal de juicio Noemí Carreira, quien solicitó que el médico fuera condenado por «homicidio agravado por el uso de armas con exceso en la legítima defensa», delito que prevé penas de entre un año y ocho meses y ocho años de prisión.
A diferencia de la fiscalía, el abogado Juan Carlos Maggi, quien representa a la madre de Krabler como particular damnificada, reclamó una condena por «homicidio simple agravado por el uso de arma», penado con entre 8 y 25 años de cárcel.
En tanto que el defensor Szpigiel pidió la absolución por considerar que actuó en legítima defensa.
Tras los alegatos de las partes, el médico pronunció sus «últimas palabras» ante el jurado, ocasión en la que pidió «disculpas» por la muerte del delincuente, aunque aclaró que él no buscó que eso ocurriera.
«Pido disculpas porque haya habido un muerto pero yo no lo busqué», expresó Villar Cataldo, quien agregó: «Me parece increíble haber llegado a esto, tengo una pena enorme, estoy destruido, se ha desarmado la familia.»
Luego de esas palabras, la jueza del Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de San Martín a cargo del debate, Carolina Martínez, dispuso un cuarto intermedio de una hora para reunirse con los 12 miembros del jurado e informarles las instrucciones para que arriben a un veredicto.
Minutos antes de las 17, tras casi una hora de deliberación, el jurado popular compuesto por 6 hombres y 6 mujeres, arribó a un veredicto y lo hizo público.
El hecho ventilado en el debate ocurrió el 26 de agosto de 2016, cerca de las 20, cuando el médico se retiraba con su Toyota Corolla de su consultorio de la calle Ombú 6865, de Loma Hermosa, y fue abordado por un delincuente, luego identificado como Krabler.
Según dio por probado la fiscalía, el asaltante le dio un culatazo en la cabeza, se subió al vehículo del médico con fines de robo y terminó muerto de cuatro balazos efectuados por el imputado con una pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros.
«Cuando el encartado decidió disparar contra Krabler ya no estaba en riesgo su vida, sino sólo el derecho de propiedad que tenía respecto de un automóvil asegurado. Su conducta entonces devino desmedida, puesto que en su afán de retener su automóvil ha afectado el bien jurídico de más valor, es decir la vida», señaló la fiscal en el requerimiento de elevación a juicio.