Binner
Opinión

El legado de Hermes Binner y la fundación del PSP


Hermes, un líder con una visión de estadista, apasionado en mejorar la vida de las personas, con una tremenda capacidad de innovación, trabajo y disciplina

Por Antonio Bonfatti (*)

Cada ser humano es producto del tiempo y el espacio en que le toca vivir, de las condiciones económicas y sociales donde se desarrolla y también de las decisiones personales para enfrentar la vida.

Pienso en Hermes Binner y en sus decisiones y me retrotrae a la década del 70. Pensar en él, es pensar en la ideología y en las prácticas que sustentan al Partido Socialista, fundamentalmente en cuanto a garantizar la igualdad de los derechos de los seres humanos.

Recuerdo en el año 1972, cuando fundamos el Partido Socialista Popular (casualmente el 23 de abril se cumplieron 48 años), que uno de nuestros primeros afiches de campaña -esos que se hacían con métodos caseros de serigrafía- decía: “Educación y Salud pilares de la liberación nacional”. Imagínense el contexto, los inicios de la década del 70, los debates y las posiciones con respecto al imperialismo y a la dependencia, el papel de los monopolios, esos eran los grandes temas de discusión.

Afortunadamente, quienes formamos parte del Partido Socialista en aquellos años, teníamos un gran maestro llamado Guillermo Estévez Boero, que insistía mucho en la necesidad del estudio de la realidad en todas sus facetas, de conjugar lo nacional y lo popular con las ideas del socialismo. El pensamiento de Guillermo, y por supuesto del PSP, se distanciaba un poco del socialismo de raigambre europea de los inmigrantes, precursores del socialismo argentino, con una gran formación teórica pero muchas veces desligado de la realidad concreta que afectaba a los sectores populares, más allá de las leyes que propiciaron y lograron en su momento. (Leyes de descanso dominical, jornada de 8 horas, protección del trabajo femenino e infantil, accidentes de trabajo). En ese contexto, nos formamos muchos compañeros y compañeras entre los cuales había uno que se destacaba por su enorme capacidad de liderazgo, que era Hermes Binner.

En nuestro grupo de militancia más cercano no éramos más que 16 personas, estudiantes de medicina, médicos, jóvenes la mayoría, con una distancia entre los más jóvenes y los más viejos era de 10/12 años. Nos propusimos comenzar a estudiar el tema de la Salud. Pero no solamente estudiar sino a la vez, militar llevando nuestra propuesta, nuestra solidaridad, nuestro trabajo hacia los barrios más postergados. Concurríamos a los dispensarios- así se llamaban en aquel entonces- un concepto que hoy sabemos que no es el correcto, porque encontramos en la denominación de “centros de salud” una forma correcta de mencionarlos, pero en definitiva, eran los lugares donde brindábamos asistencia a los que más necesitaban. No nos centrábamos solamente en la asistencia médica, sino también en la organización social para la transformación, la participación de los vecinos, creando espacios de alfabetización, propiciando buena alimentación, detección temprana de enfermedades como la tuberculosis en las escuelas, charlas de prevención, campañas de vacunación

Recuerdo el nombre de cada uno de los que constituimos ese grupo, con un responsable que nos estimulaba para la lectura, para el estudio, que era Hermes.

Recalábamos en la casa de Sixto Sosa, un obrero socialista del frigorífico Swift, oriundo de Reconquista que vivía en la vieja Tablada. Con él y Hermes, recorríamos casa por casa interactuando con los vecinos

Hermes era un tipo tremendamente inquieto. No paraba nunca, tampoco el domingo. Todos los días para él eran iguales; con una enorme fuerza de voluntad y trabajo y con una dedicación que nos entusiasmaba y nos contagiaba. En ese marco también fuimos produciendo algunos documentos, que todavía guardo, para asesorar sobre la prevención en el uso de los plaguicidas, del manejo de las máquinas en el trabajo, de las enfermedades profesionales. Con el transcurrir del tiempo, fuimos sumando relaciones y nos consustanciarnos con otras miradas en relación a la Salud Pública.

Nos acercamos a la Asociación Médica y en particular con el grupo de profesionales que trabajaban en la edición de los Cuadernos Médico Sociales.

Así fuimos aprendiendo y creciendo en el abordaje de la Salud Pública como un hecho social, íntimamente ligada a la forma en que vivimos y trabajamos: si tenemos o no agua potable, si tenemos o no energía eléctrica, qué educación tenemos y demás. Si bien, la Salud Pública se asocia con hospitales, centros de salud, médicos/as, enfermeros/as, medicamentos, sabemos que está absolutamente vinculada a las condiciones de vida de las personas.

Hermes tuvo el enorme mérito de llevar nuestras ideas a la práctica cuando Héctor Cavallero lo nombra Secretario de Salud Pública en el período 1989 – 1993. El presupuesto del Municipio destinado a Salud en la ciudad de Rosario se incrementó del 8 al 32 por ciento. Una gran oportunidad que Hermes aprovechó con profundo compromiso, responsabilidad y disciplina para llevar a la práctica real y concreta todo lo que habíamos producido en aquellas experiencias colectivas de estudio y trabajo que comentara anteriormente.

Cuando en 1995 asume como Intendente continúa dándole cada vez más impulso al desarrollo de la Salud Pública en la ciudad de Rosario y obviamente del 2007 en adelante pudimos llevar, otra vez con Hermes al frente, toda esta concepción a la Provincia.

Se trata de un modelo de Salud Pública totalmente exitoso, estructurado en red, con especial énfasis en el desarrollo de la Atención Primaria, con acceso gratuito, universal y de calidad, que le ha dejado a la ciudad de Rosario y a la Provincia una infraestructura realmente impresionante, con 10 hospitales y más de 120 nuevos centros de Atención Primaria, tecnología de última generación, producción estatal de medicamentos, equipos formados en todos los niveles de atención, trabajadores de la Salud con compromiso ético y social. Algo sin precedentes en la historia no sólo de la ciudad y la Provincia, sino también del País. Hay que hacer un gran esfuerzo para encontrar antecedentes similares en otros países del mundo.

Como siempre decimos: la infraestructura nueva es importante, pero podríamos reproducir en un hospital nuevo la misma lógica que en los hospitales viejos: es decir, el profesional esperando el paciente para atenderlo. Nuestra concepción de Salud es otra: interpelar al modelo médico hegemónico para pensar la horizontalidad de los equipos de Salud interactuando con la comunidad. La salud se construye entre todos, se construye con la escuela, con el club, se construye con la participación de los vecinos, se aborda junto a todas las problemáticas sociales.

Toda esta concepción integral de la salud como hecho social, también alumbró lo que fue el inicio del Plan Abre durante mi gestión como Gobernador, que fue el abordaje de los problemas de los barrios más postergados de las ciudades a partir de la integralidad entre salud, educación, justicia, seguridad, infraestructura, los servicios de los municipios vinculados con los de la provincia, con la gente participando, siempre desde una perspectiva de derechos.

En todos estos procesos, Hermes fue el gran conductor y estratega. Un líder con una visión de estadista, apasionado en mejorar la vida de las personas, con una tremenda capacidad de innovación, trabajo y disciplina.

(*) Presidente del Partido Socialista de Argentina. Ex Secretario de Salud Pública de Rosario. Ex Gobernador de Santa Fe