Raúl Flores habló sobre su medida y consideró que la presencia de Dolores Etchevehere en el campo familiar "tiene visos de legalidad"
El juez Raúl Flores, quien rechazó el viernes pasado el pedido del desalojo del campo familiar que había solicitado Luis Miguel Etchevehere, explicó este lunes que tomó la medida «porque la sucesión no está concluida» y «las partes exhibieron una asamblea en la que a la hermana (Dolores Etchevehere) le corresponden 129 hectáreas».
Flores, quien subrogó el juzgado de La Paz hasta este lunes, explicó que «la medida cautelar del desalojo fue rechazada porque incluso la querella presentó una asamblea del año 2018 en la que los hermanos se reparten unos bienes, y le ceden a la hermana 129 hectáreas del campo donde ahora ella está instalada».
Al respecto, el juez subrayó que el propio magistrado a cargo de la sucesión familiar, Martín Furman, «dice que la sucesión no había sido concluida».
«Se había aprobado un inventario parcial de 23 inmuebles y se había acreditado la titularidad de algunos de ellos, pero en el caso de Casa Nueva (el campo en litigio) el título nunca fue presentado por los señores Etchevehere», afirmó Flores en declaraciones radiales.
Sobre su decisión de rechazar el desalojo del campo en Entre Ríos, afirmó: «Lo que yo resolví es una cautelar de desalojo anticipado(…) El juez de garantías no produce prueba, resolvemos con pocos elementos».
En este sentido, Flores consideró que la presencia de Dolores Etchevehere en el campo familiar, denunciada por sus hermanos y su madre, «tiene visos de legalidad», y por ese motivo rechazó el pedido para que fuera desalojada.
«Si no hubieran presentado el documento de la asamblea societaria, Dolores Etchevehere hubiera sido desalojada. Aquí se actuó con las pruebas que trajeron las partes«, insistió el magistrado.