En las últimas horas, se supo que el joven de 28 años que permanece detenido tras atropellar y matar con su auto a un policía en un control de tránsito en la zona norte de la ciudad, tenía la licencia de conducir vencida.
El permiso había expirado el 18 de agosto pasado y no se había realizado la correspondiente renovación. Las presunciones de los investigadores apuntan a que esa circunstancia pudo haber incidido en la violenta actitud que tuvo el imputado al evitar el control y que concluyó con el fallecimiento del agente policial Marcos Di Fazio.
Según el abogado del detenido, Julio Lovey, su cliente «eludió el control porque tenía la licencia de conducir vencida, no hay otro motivo». El letrado remarcó, en declaraciones al diario La Capital, que «los análisis de sangre de alcohol y drogas dieron negativos, el auto tiene seguro, es el titular, y no tiene tobillera como dijeron en algunos medios».
Además, señaló que su cliente «es padre de familia, trabajador del puerto, y no tiene antecedentes penales». Y añadió: «Ni siquiera el auto registra alguna infracción de tránsito».
El automovilista fue imputado por el delito de «homicidio simple con dolo eventual», delito que tiene una pena de entre ocho y 25 años de prisión.
La defensa admite los hechos pero enfoca la batalla en el encuadre legal, ya que intenta que la carátula derive a «homicidio culposo», con una pena prevista sensiblemente menor.
El hecho se produjo el pasado sábado en la intersección de las calles Carrasco y Castagnino, cuando el conductor del Peugeot 307 pasó a gran velocidad mientras eludía un control vehicular de agentes municipales.
Di Fazio, quien custodiaba a los agentes, fue embestido por el Peugeot, por lo que sufrió graves heridas y falleció al día siguiente en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
En tanto, el joven, cuya identidad es preservada, fue detenido frente a un destacamento policial situada en la Rambla Catalunya.