Policiales

Permanece internado

El jefe de la Federal baleado calificó el ataque como «de máxima tensión»


 

El jefe de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal (PFA), comisario Mariano Valdés, fue baleado el lunes por encapuchados que lo emboscaron cuando se trasladaba con una compañera de la fuerza por la autopista Rosario-Buenos Aires. Este miércoles relató cómo fue el ataque y la respuesta de él y su compañera.

Valdés, de 51 años, aseguró, en declaraciones al Diario Uno: «Estoy bien. Siempre estuve consciente. Sé que vivimos con la oficial ayudante (Rosana) González un momento de máxima tensión, con peligro de muerte, pero actuamos conforme a nuestra responsabilidad porque somos miembros de la Policía Federal Argentina. Logramos sortear una situación que fue extremadamente difícil y para la que estamos preparados enfrentar. Eso quedó ampliamente demostrado».

El comisario contó que el ataque ocurrió cuando viajaban por la autopista antes de las 21 del lunes pasado y al aminorar la marcha para vaciar el mate, ambos fueron sorprendidos por los delincuentes. «Repentinamente aparecieron en escena varios desconocidos que descendieron de una camioneta. Recuerdo el color gris del vehículo y que nos dispararon. Si bien es cierto que era de noche, la oficial y yo repelimos el ataque con nuestras armas reglamentarias. En lo personal, creo haber disparado en al menos diez oportunidades y la oficial igual», relató.

La balacera duró apenas unos segundos y se dio cuenta de que estaba herido «porque sentía que perdía sangre», apuntó Valdés. «La oficial y yo nos dimos cuenta que los atacantes, al ver que nosotros también respondimos la agresión a balazos, se fueron rápidamente y con rumbo desconocido. Presumimos que herimos a algunos», añadió.

El jefe policial contó que a raíz de lo sucedido «llegó a Rosario procedente de la ciudad de Buenos Aires el comisario general Daniel Alberto Battini, que es el superintendente de Agencias y Delegaciones Federales de todo el país». «También lo hizo el jefe del área Federal y de la Región, además del llamado de compañeros y subalternos que brindaron la solidaridad y las muestras de apoyo», finalizó.

El episodio ocurrió cerca de las 20.50 del lunes cuando el comisario y la suboficial Rosana González fueron emboscados sobre la autopista, a la altura de la localidad de Fighiera, a unos 37 kilómetros al sur de Rosario. Tras el ataque, ambos policías lograron llegar hasta una estación de servicio YPF cercana para ponerse a resguardo y desde allí pidieron ayuda.

A raíz de los disparos, el jefe de la delegación policial resultó herido en el brazo izquierdo y en la ingle, por lo que debió ser trasladado de urgencia al hospital de Arroyo Seco, desde donde luego fue derivado a una clínica de Rosario, donde permanece internado fuera de peligro.