La intendencia de la ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná, pidió hoy a la justicia el traslado del detenido expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a otra ciudad a raíz de los «trastornos» que causan las miles de personas que acampan para pedir la libertad del líder opositor preso en el caso de la Operación Lava Jato.
El pedido fue realizado por la procuración general del municipio de Curitiba, que es gobernado por el ultraconservador Rafael Greca, del derechista Partido de la Movilización Nacional (PMN).
La procuradora general del municipio alegó «trastornos de la población» en los alrededores de la Superintendencia de la Policía Federal donde desde el sábado está detenido Lula para cumplir una pena de 12 años y un mes por corrupción en la Operación Lava Jato.
«Se pide la transferencia de Lula para que cumpla la pena en un lugar seguro y adecuado a las circunstancias del caso, para que se restablezca el orden, el derecho de ir y venir y de seguridad de la población», dice el pedido.
El juez Sérgio Moro, que trabaja y vive en Curitiba, ordenó que Lula tenga una detención en la sede de la Policía Federal.
«El acampe de los seguidores de Lula causa trastornos a los vecinos, al tránsito y al comercio de la región», dice el pedido, que acompaña a otro que el miércoles realizó el Sindicato de Comisarios de la Policía Federal.
Los comisarios pidieron al juez Moro trasladar a Lula a un cuartel del Ejército.
Las pruebas presentadas son notas periodísticas sobre quejas de algunos vecinos al acampe del Partido de los Trabajadores a 500 metros de la sede policial donde está Lula.
El lugar se ha transformado en un centro de asambleas políticas de dirigentes y militantes de todo el país, además de que allí están durmiendo campesinos del Movimiento Sin Tierra (MST) que respaldan al expresidente.
El intendente Greca se hizo conocido a nivel nacional en la campaña municipal de 2016 al afirmar, durante un debate en una universidad, que «una vez» abrazó a una persona de bajos recursos y vomitó «a causa del olor a pobre que tenía».
El PT ha trasladado su sede nacional a Curitiba como parte de su campaña de respaldo a Lula.