El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ganó seis proyectos para restaurar bosques nativos en Esquel (Chubut), Bariloche (Río Negro), Junín, Rama Caída y Faimallá (Tucumán).
Fue en el marco de la plataforma ForestAr 2030 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que, con el objetivo de consolidar al país como gran potencia forestal sostenible para el 2030, seleccionó las iniciativas.
Se trata de restaurar aquellos bosques nativos dañados por incendios y ganadería, o invadidos por otras especies.
El primer proyecto corresponde a la restauración de dos sectores del bosque de lenga en la ladera sur del Cerro Otto de Bariloche, afectados por incendios de 1995 y 2013.
Entre las tareas de restauración activa se destacan la plantación de lengas, cipreses, ñires, maitenes y coihues.
Participan, junto con el INTA, el Ministerio de Ambiente de Río Negro, la secretaría de Ambiente de Bariloche, la Subsecretaría de Bosques de Río Negro y la Tecnicatura en Viveros de la Universidad Nacional de Río Negro.
Mientras que en la Península de Quetrihué se erradicará una extendida invasión de arces, al tiempo que se reforestará la Isla Victoria con especies nativas en aquellas áreas antropizadas desde la primera mitad del siglo XX; el plan lo lidera el Área Forestal del Parque Nacional Nahuel Huapi.