Benítez calificó como “alarmante” la realidad de los trabajadores textiles y afirmó que a “la tozuda negativa patronal a discutir salarios, a pesar del compromiso asumido en el último acuerdo convencional, se suma la catastrófica pérdida del valor adquisitivo del ingreso como consecuencia de la inflación acumulada en los últimos meses”, aseguró.

El dirigente sindical enfatizó que ese proceso inflacionario “no fue compensado en la remuneración de los trabajadores”, y denunció “los disparatados aumentos de precios a manos de los usureros de siempre, quienes especulan en su beneficio y contra el pueblo”.

También recalcó que “esa conducta patronal, a caballo de las políticas de desindustrialización y ajuste salarial del Gobierno, determina que los textiles tengan salarios de miseria que se ubican por debajo de la línea de la pobreza, según los guarismos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y, además, que sean inferiores a los percibidos en otros sectores que no utilizan mano de obra especializada”.

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Benítez ratificó su “compromiso incondicional” con “las medidas tendientes a conservar el empleo y a preservar el funcionamiento de la industria”, y advirtió que las problemáticas del sector radican en “la actitud de los empresarios de la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), quienes no pierden las mañas, defraudan una vez más a los trabajadores y guardan un silencio hipócrita para no responder a sus necesidades”.

El dirigente advirtió que de proseguir esa situación el gremio decidirá medidas de fuerza “como solución terminal”, y sostuvo que ante “el estancamiento de las negociaciones paritarias, que amenaza de forma grave la paz social y viola deberes legales y convencionales que imponen dialogar de buena fe, la organización exhorta a abandonar esa posición deleznable y a retomar la senda que fructifique en una mejora salarial”.

“Si la cámara empresaria no revee de inmediato su conducta en la paritaria, que frustra de manera arbitraria las legítimas aspiraciones de los trabajadores textiles, el sindicato adoptará medidas legítimas de acción gremial en salvaguarda de sus derechos”.

Benítez, por último, responsabilizó en el documento de forma directa a la cámara empresaria por “las consecuencias que se deriven de esas medidas de fuerza gremiales”.