"Es necesario hacer modificaciones" en ese sector, indicaron desde el gobierno luego de la polémica que se generó tras los dichos de la jueza de Casación Ana María Figueroa
El gobierno adelantó este lunes que «retomará» la discusión por una reforma judicial, al considerar que es «necesario hacer modificaciones» en ese sector, luego de la polémica que se generó tras los dichos de la jueza de Casación Ana María Figueroa sobre supuestas presiones en la gestión anterior.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se refirió a la denuncia pública de la jueza Figueroa, al sostener que es algo que en el gobierno «sospechaban», y coincidió con el senador Oscar Parrilli en solicitar el nombre del funcionario que supuestamente la presionó para que fallara por la causa del Memorándum con Irán.
«Es lo que nosotros veníamos denunciando: que había una clara presión de los jueces por parte de (el ex presidente) Mauricio Macri. Era muy visible lo que estaba pasando. Por eso es necesario hacer las modificaciones que hay que hacer en la Justicia», remarcó el funcionario en declaraciones a AM 750.
Al respecto, Cafiero dijo que el presidente Alberto Fernández «cuestionó desde el primer día el accionar de la Justicia en la Argentina», por lo que en breve va a reimpulsar su proyecto de reforma judicial que había quedó frenado a raíz de la pandemia.
«Por eso íbamos a enviar la reforma judicial, que vamos a retomarlo. No tenemos que tomar el guante que la oposición trata de imponernos. No estamos en condiciones de hacernos responsables de las decisiones de jueces», agregó el titular de ministros, al hacer referencia a los recientes cacerolazos contra las excarcelaciones por el coronavirus.
Sobre la denuncia de Figueroa, insistió: «Es algo que todos nosotros sospechábamos, pero no tenía una declaración de tanta sinceridad».
La magistrada fue consultada sobre si fue el entonces representante de Mauricio Macri en el Consejo de la Magistratura, Juan Bautista Mahíques, quien ejerció esa presión, a lo que Figueroa dio a entender que sí, pero luego desmintió sus dichos.
En uno de los ejes centrales de su discurso del 1 de marzo en la apertura de sesiones ordinarias, el presidente Alberto Fernández había brindado detalles de la reforma judicial que impulsa su gestión para «reordenar la justicia federal», a fin de terminar con «la construcción de falsas causas, la arbitrariedad de detenciones y la discrecionalidad».
Al respecto, el primer mandatario explicó que habrá un reordenamiento de los tribunales del país, se fusionarán distintos fueros y se hará una redistribución de competencias.