Política y Economía

El Gobierno quiere «coordinar» precios y salarios y la CGT se pone en guardia


La administración que encabeza Alberto Fernández busca llegar a un acuerdo económico y social, algo que encendió la luz de alerta en la central obrera

El Gobierno nacional llamó a coordinar este año precios y salarios sobre la base de un acuerdo económico y social amplio y esto ya encendió luces de alarma en la Confederación General del Trabajo (CGT), donde no quieren topes en las negociaciones paritarias.

Héctor Daer, uno de los dos secretarios generales de la CGT, dijo a la agencia Noticias Argentinas que el sindicalismo rechaza la posibilidad de que la gestión de Alberto Fernández imponga algún tipo de «techo» para el debate salarial que viene, después de una 2020 en el que muchos sectores perdieron poder adquisitivo y puestos de trabajo.

«Podemos confluir si hay un seguimiento de precios y le damos dinámica a todas las negociaciones», dijo Daer en declaraciones a NA, aunque puntualizó que no se aceptarán incrementos salariales inferiores a la inflación porque sino los trabajadores volverían a perder poder de compra.

Héctor Daer, líder de la CGT

Esta situación se desprende de la última reunión del gabinete económico, el miércoles, en la que el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con otros funcionarios «con eje en la coordinación de políticas de precios y salarios».

Allí se avanzó en la definición de una metodología de articulación con los distintos sectores económicos para la coordinación de políticas de precios y salarios, que sean consistentes con el objetivo de desacelerar la inflación.

Ante la consulta de NA, en el Gobierno respondieron que «no hay intención de imponer techo a ninguna paritaria», dado que uno de los objetivos es que los ingresos de los trabajadores se puedan recuperar a partir de este año porque «el consumo interno explica el 70% del Producto Bruto».

Señalaron en ese sentido que «no existe una pauta del 30%, ni más ni menos» sino que se abordará un «proceso de trabajo para consensuar un acuerdo amplio que establezca previsibilidad y genere certidumbre», tanto para los trabajadores como para las patronales que tienen que invertir para recuperarse y crecer.

El gran objetivo oficial es que el Estado juegue un rol clave en la gestión de coordinación con el sector privado y los trabajadores, para intentar «alinear expectativas con los objetivos inflacionarios a los que se apunta».

El Presupuesto 2021 contempla una pauta de inflación del 29%.

En ese contexto, Daer dijo: «Nuestra intención es que cuanto más baja sea la inflación, mejor, pero esto se tiene que garantizar».

El sindicalista advirtió que «todo está demorado» y reclamó al Gobierno «que presente algo, sentando en la mesa a los formadores de precios y no a los gerentes, a los lobistas de las cámaras».